¿Con qué se come eso? No sabíamos hasta hace algunos años tras una labor quijotesca, entonces, de líderes del turismo de salud que a “cacareaban” este indispensable elemento en la prestación de servicios médicos seguros y de calidad.
El sello de calidad en servicios de turismo médico, lanzado recientemente en país, garantiza a pacientes satisfechos, centros de salud certificados, resultados óptimos en terapias y procedimientos y la reputación de República Dominicana como destino de turismo médico.
Además, trabajo seguro y reputación a los médicos y centros de la cadena de valor de un nicho que ya aporta alrededor de un 4% de los turistas que nos visitan.
Tener un sello de caridad es ofrecer servicios de cara al sol, debidamente certificados y sumarse a las sinergias público-privada que impulsan las garantías de nuestra nación en la atención sanitaria que ofrecemos a extranjeros y a dominicanos que viven fuera.
El Ministerio de Salud, el Instituto Nacional de Calidad (INDOCAL) y la Asociación Dominicana de Turismo de Salud lanzaron recientemente este sello de calidad, un paso más en el esfuerzo y alianza público-privada para impulsar nuestro turismo médico.
Se otorgará a los prestadores que cumplan con altos estándares en calidad, atención, seguridad a los pacientes internacionales que nos escogen como destino para recibir tratamientos o procedimientos sanitarios.
Se basa en la implementación de una norma técnica que define los criterios de calidad para la cadena de valor del sector e incluye hospitales, clínicas, centros especializados y otros actores del nicho.
El sello de calidad lanzado en el país es la norma NORDOM ISO 22525 de turismo médico, cuya base de cumplimiento son las normas locales de habilitación y acreditación de los ministerios de Salud y Turismo, y estándares internacionales ISO especializados en turismo médico.
La normativa busca promover mejores prácticas y la confianza en el país como destino para la prestación de servicios de salud.
Con este sello, los pacientes tendrán su “dossier” u oferta de servicios calificados, sin inventar a la hora de decidirse a viajar a nuestro país en procura de salud o someterse a procedimientos estéticos, dentales, ortopédicas y de otra índole.
Es un ganar-ganar entre los centros y médicos que ofrecen servicios al extranjero de viaje y el país, que seguirá aumentando las divisas que al año generamos en este nicho.
El último estudio sobre turismo médico de la Asociación Dominicana de Turismo de Salud mostró que 1,300 millones de dólares ya aporta este segmento de nuestra oferta de salud a la economía nacional.
Es apetecible el nicho: 100 mil millones de dólares anuales involucran esos viajes de pacientes de todo el mundo a otras naciones en procura de esos servicios.
Desde este púlpito apoyamos el lanzamiento del sello de calidad y pedimos a los actores involucrados en el bondadoso nicho de turismo médico, apurar el paso con sus certificaciones de calidad. Luego verán los resultados y no se quedarán fuera de lo que viene.