La nuestra es una sociedad en rápido cambio: ya sean los últimos teléfonos inteligentes o las pantallas de alta definición, a menudo se siente como si estuviéramos condenados a remplazar a nuestros aparatos cada par de años, incluso meses.
Por eso, cuando Sony anunció que iba a dejar de producir cintas para Betamax –un formato que alcanzó su máxima popularidad en los 70–, muchos sintieron que el aviso pertenecía a otra década.
¿Quiénes utilizaban todavía Betamax?
El formato perdió la competencia con el VHS en los años 80, a pesar de ser considerado por muchos una mejor alternativa.
Pero, para sorpresa del mundo, el formato todavía se comercializa en Japón.
¿Qué otras tecnologías del pasado también se resisten a desaparecer a pesar de la existencia de nuevas alternativas?
Disquetes
Muchos todavía recordarán con cariño el disco flexible, también conocido como «floppy disk» o disquete, la forma más popular para transferir datos antes de la llegada de los CD, memorias USB y, por supuesto, internet.
Pero, hoy en día, los disquetes todavía se utilizan regularmente en Noruega.
En septiembre de este año, Finn Gundersen, un programador que trabaja en el país, escribió un blog explicando que todos los meses los doctores noruegos reciben un disquete de parte del gobierno.
El disco en cuestión lleva la última versión de la lista de pacientes y doctores, pues el sistema de salud noruego obliga a los pacientes a elegir a un doctor específico como médico de cabecera.
Y como estos pueden cambiar de doctor en cualquier momento, la lista tiene que ser actualizada y distribuida constantemente.
«Los disquetes son bastante baratos. Cuestan mucho menos que una memoria USB y llenarlos con esta cantidad de información requiere de menos tiempo que con un CD-ROM», escribió Gundersen.
«Y como el volumen de información es menor de 1,44MB, son la elección lógica», explica.
Fax
El auge del correo electrónico y de los scanners también ha resultado fatal para la anteriormente inevitable máquina de fax.
Pero la tecnología, que fue inventada en 1842, todavía es relativamente común en Japón, donde empezó a popularizarse en la década de 1970.
Gracias a la importancia de la escritura manual en Japón (el alfabeto japonés tiene miles de caracteres diferentes), las máquinas de fax siguen siendo vistas como una forma muy conveniente para enviar notas personalizadas.
Y, por supuesto, los documentos legales y certificados también pueden ser enviados por fax.
De hecho, algunas compañías lo exigen para poder garantizar su autenticidad.
Teléfonos no inteligentes
Hace ya varios años que las ventas mundiales de teléfonos inteligentes superan a las de los aparatos con funciones más limitadas.
Pero en el África sub-sahariana, los teléfonos celulares «no inteligentes» siguen dominando el mercado.
Un estudio publicado por Pew Research a inicios de este año encontró que los teléfonos inteligentes todavía no logran popularizarse en siete países del continente.
Una de las razones es su elevado costo, pero también ayuda la popularidad en Kenia y Tanzania de los servicios financieros M-Pesa, que para algunas operaciones –como la transferencia de dinero entre individuos– solamente requieren del envío de mensajes de texto.
El envío de mensajes es además el uso principal de los celulares en los siete países identificados por Pew.
El acceso a redes sociales, o tareas más complejas en línea –como por ejemplo llenar formularios–, no son tan importantes.
Tubos neumáticos
Los tubos neumáticos –que permiten el rápido envío de documentos dentro de un edificio, empleando pequeños contenedores impulsados por aire– fueron inventados a inicios de 1800.
Y sin embargo siguen siendo indispensables en muchos hospitales de varias partes del mundo, como el del Universite College London, en la capital británica.
La razón: estos tubos no sólo pueden transportar documentos, sino también paquetes con medicinas o muestras tomadas de pacientes, de forma muy rápida.
Efectivamente, un mensaje por tubo neumático por lo general viaja a una velocidad de 7,5 metros por segundo.
Y, en la actualidad, computadoras se encargan de controlar las bombas que controlan el flujo de aire, garantizando que los mensajes llegan correctamente a destino.
Windows XP
El 8 de abril de 2014, Microsoft dejó de proporcionar soporte técnico a su popular sistema operativo Windows XP.
Y eso significa que el software ya no será actualizado de forma regular, sin importar los problemas de seguridad que pueden aparecer en el futuro.
Sin embargo, el costo de adoptar alternativas más modernas resulta prohibitivo para muchos usuarios, por lo que siguen utilizando el viejo sistema operativo.
Un estudio hecho el año pasado por la firma de seguridad Kaspersky, por ejemplo, encontró que casi el 40% de los vietnamitas todavía usan Windows XP.
Y números significativos también fueron identificados en China, India, Argelia y otros países.
Otra institución que sigue usando XP es la Armada de Estados Unidos.
Pero le paga miles de millones de dólares a Microsoft por el privilegio de seguir recibiendo actualizaciones de seguridad para el sistema operativo.
Máquinas de escribir
La mecanografía no se inventó para los teclados de las computadoras, sino para la máquina de escribir.
Y aunque estos aparatos tienen una historia de más de cien años, algunos de los lugares donde todavía se usan pueden ser motivo de sorpresa.
Uno de ellos es el Departamento de Policía de Nueva York, aunque en febrero de este año un congresista intentó aprobar una ley prohibiendo el uso de estos aparatos en las estaciones de policía.
Y, según The Wall Street Journal, en algunos estados del país los certificados de defunción tienen que ser escritos a máquina, por lo que hay incluso una compañía –Swintec, con sede en Nueva Jersey– que todavía se dedica a fabricarlas.
Todo esto parece sugerir que no hay que creer todo lo que se dice sobre los últimos aparatos.
Y que por más que existan tecnologías que parezcan pasadas de moda u obsoletas, es bastante probable que alguien, en algún lugar, todavía esté haciendo las cosas a la vieja usanza.