SANTO DOMINGO.-El papel de los padres para que los niños aprendan una segunda lengua, sin que sea tan traumático, se basa en que estos deben transmitir apertura, motivación e interés por este idioma a temprana edad.
Así lo afirma María Isabel Carballo, directora de Secundaria del colegio Cemep, quien indica que “Cuando el cerebro es más flexible, o sea, entre 0-7 años, es la edad idónea para exponerse al idioma de manera oral: para comprenderlo y hablarlo.
Luego de la alfabetización en la lengua materna, es el momento ideal para proceder a alfabetizarse en el segundo idioma”.
Así se evitan interferencias, pero se logra dominio paralelo, pensando y produciendo con la segundo lengua.
La educadora de profesión y vocación dijo que esto hay que hacerlo presente de manera sistemática, con la mayor frecuencia posible en la vida diaria, tanto de las rutinas en casa como de las rutinas escolares.
Es importante que los padres sepan que la globalización de las economías, la internacionalización de la plataforma de trabajo y el hecho de que el inglés es el idioma de comunicación internacional, los obliga a hacer de su aprendizaje algo tan importante como aprender matemáticas y la propia lengua materna y mientras más temprano lo introduzcan en los hijos este será mejor.
Cerebros globales
Explica que los cerebros de los estudiantes ya no son tan “lineales”, sino más globales, como es la realidad virtual y de “múltiples ventanas”.
Destaca que en el colegio, por conocer esa realidad plantan rutas y estilos de aprender acorde con ella, ya que la red no sólo es fuente de información e investigación, sino vía de reportar opiniones, trabajos, tareas, ver vídeos, etc.
Por otro lado, Carmen Esteva de Marranzini, cofundadora del colegio, destaca que para incentivar a que los estudiantes aprendan inglés sabiendo que la primera barrera es no vivir en un país que lo hable y muy pocos lo practican, lo ideal es ponerlos en contacto con el idioma de forma natural y con la mayor frecuencia posible, haciéndolos sentir seguros de que no importa los errores que cometan comunicándose en él, lo importante es ir aprendiendo de los errores y seguirlo practicando.
“La seguridad y soltura son fundamentales, leer en inglés, tener oportunidades diarias de practicarlo y ver series y películas en inglés debe ser una rutina como otra cualquiera”, dijo.
Edificar a los padres
Esteva expresó que la semana pasada el colegio realizó un seminario internacional para edificar a los padres acerca de los retos que se enfrentan con la enseñanza de una segunda lengua, donde trabajaron con el contenido del Balanced Literacy, un enfoque que persigue la enseñanza de la lectoescritura en inglés, combinando el aspecto fonético y el lenguaje en una metodología contextualizada.
Aseguró que a través de este los profesores van soltando la responsabilidad del propio aprendizaje de manera gradual, en el entendido de que el idioma no es un fin sino el medio, donde los estudiantes reciben instrucción sistemática diaria, priorizando primero la oralidad: capacidad de comprender y hablar y una vez se alfabetizan en español, se pasa a alfabetizar en inglés.
Novedoso programa
— Cómo lo inician
Esteva de Marranzini manifestó que para fomentar el potencial de los estudiantes lo exponen al idioma desde que entran al colegio, generalmente a los dos años, a través del programa “kindermusik”, o sea, a través de una actividad artística.