David Alvarez
Justo cuando escribo estas líneas, sábado 27 de septiembre, en Bogotá, Colombia, terminamos el Segundo Congreso Internacional Edificar la Paz en el Siglo XXI, celebrado en el campus de la Universidad La Salle.
El Primer Congreso se celebró en el 2012, en la Universidad de Barcelona, en Cataluña y el Tercero lo celebraremos en la PUCMM de Santiago en el 2016.
Estos Congresos se centran en la Carta de la Paz dirigida a la ONU y las múltiples dimensiones que existen para edificar la paz en nuestras sociedades, familias y el mundo.
En los mismos se reúnen académicos, dirigentes sociales y políticos, promotores de la paz y representantes de instituciones que incluyen entre sus objetivos el edificar espacios de paz o formar hombres y mujeres constructores de paz en su entorno.
Por supuesto el tema de los diálogos para el cese del conflicto en Colombia ocupó gran parte del tiempo, pero además se trataron tópicos relacionados con la necesidad de edificar espacios y relaciones de paz en los medios rurales, las relaciones de género y la construcción de una memoria histórica que sirva de fundamento a la paz.
El cese del conflicto no es la paz, pero es requisito obligatorio. La paz demanda construir relaciones de democracia y justicia social, formas de educar y organizarnos socialmente que favorezcan la tolerancia y el diálogo, la equidad y el respeto a la dignidad humana, que los victimarios sean identificados y las víctimas resarcidas.
