Si la oposición al PLD no logra imbuir cierta razonabilidad a sus argumentos seguirá siéndolo. Por malo, corrupto, ineficaz, “comesolo”, pesado, mudo, estatista, sinvergüenza o dispendioso que atribuyan ser al gobierno, solo decirlo sin fomentar confianza en que harán algo mejor no bastará para lograr la masa crítica de votantes necesaria para un cambio.
Por ejemplo, algunos dirigentes y comentaristas adversos al régimen parecen regodearse cada vez que algún índice internacional nos ubica entre “los más peores” de cualquier categoría. Otras realidades coexisten con esos lunares, como por ejemplo el innegable crecimiento económico, envidiado internacionalmente, la mejoría inmensa de la competitividad, el reconocimiento a Santo Domingo como una de las más hospitalarias ciudades turísticas, por mencionar solo los últimos días.
Cuando entidades tan prometedoras como la Marcha Verde se alían al PRM para apoyar a los mafiosos transportistas, algo anda mal.
Las ganas de hacerle maldad al Gobierno no pueden superar los deseos de real mejoría de nuestros problemas. Si la oposición ofrece desfachatadamente mas Fenatrano y Fenatrado, difícilmente conseguirán votos…