Santo Domingo.– El sector automotriz dominicano se encuentra en una “delicada posición ante el futuro” producto de la de crisis mundial causado por la pandemia COVID-19, y la realidad de un mercado distorsionado en el que el volumen de venta de vehículos usados es desproporcionado frente a los vehículos nuevos.
En el año 2019, según las estadísticas de importación de vehículos de la Dirección General de Aduanas, se importaron 3.5 vehículos usados por cada vehículo nuevo, lo que ha afectado el crecimiento del sector de nuevos en la última década y envejecido sistemáticamente el parque automotor del país, con consecuencias ambientales, económicas y sociales.
Se estima que la importación de vehículos nuevos llegue a su punto más bajo en los últimos 10 años para este 2020, principalmente bajo las complejas condiciones generadas por la pandemia de COVID-19, en el marco de un sector que emplea más de 4,000 personas de manera directa y supera las 18,000 de forma indirecta, representando así unos de los principales sectores económicos por su contribución fiscal.
Aníbal Rodriguez, vicepresidente ejecutivo de Santo Domingo Motors, expresó recientemente en una entrevista a la revista Factor de Éxito: “Durante 100 años Santo Domingo Motors ha estado comprometido con la República Dominicana, y esta situación no ha sido la excepción. Sin embargo, se hace necesaria y fundamental una revisión de los apoyos que deberán colocarse para que el sector pueda reactivarse y reacomodarse frente a esta nueva realidad”.
Según el informe de 2018 sobre el parque vehicular nacional elaborado por la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), el 46.4% de los vehículos registrados en el país está compuesto por unidades fabricadas previas al año 2000. Esto se traduce en un parque automotor obsoleto, más contaminante e inseguro, considerando los vehículos con adaptaciones de combustible que no cumplen con las regulaciones mínimas de seguridad, así como vehículos que fueron fabricados originalmente con el guía a la derecha y son modificados para colocar el guía a la izquierda por terceros no certificados.
Otra de las preocupaciones del sector apunta a la falta de regulación para las entidades importadoras de vehículos, pues actualmente existen más de 1,500 entidades registradas activas, de los cuales casi 1,200 importadores manejan menos de 50 unidades al año. Esto supone un mercado altamente atomizado, compuesto por importadores formales e informales, cuya supervisión y fiscalización se dificulta.