Estadísticamente hablando, no pasa de ser un número más. Podrán decir, los más indolentes, que tanto duele una víctima de un crimen como otra cualquiera. Pero el abominable asesinato del deportista Cutá Pérez, otrora ídolo aclamado por las multitudes y hombre de bien que, desde su lecho de enfermo, no le hacía daño a nadie, […]