Seamos empáticos, pero no "a sigún"

Seamos empáticos, pero no «a sigún»

Seamos empáticos, pero no «a sigún»

Edilí Arias.

Ser empáticos es una cualidad que se ha vuelto muy popular en las redes sociales y en las conversaciones de grupos de amigos y trabajo. Sin embargo, como bien dice una colega, solo la aplicamos «a sigún» no nos afecte.

Según la inteligencia artificial de «San Google», la empatía, esa capacidad humana de ponerse en el lugar del otro, es un atributo fundamental que nos une como sociedad.

Digo esto por que antes, cuando me tocaba ver a un niño haciendo un “berrinche” en algún lugar público, pensaba: “le falta educación, los padres no hacen su trabajo” o “qué buena pela” o ninguna de las anteriores y lo pasaba por alto.

Pero ¿y si el niño del berrinche es el mío, los demás pensarán como yo?. Pues me puse los zapatitos, no por gusto, me tocó no es fácil, sientes vergüenza, pena y dolor, no por lo que puedan decir de ti, sino por lo que dicen de la criatura. Ya sé qué es la empatía.

Imaginemos por un momento el día a día de estos padres. Desde el amanecer hasta que cae la noche, sus vidas están marcadas por una rutina que requiere una paciencia inquebrantable y una energía inagotable. La preparación para la escuela, visitas a terapeutas, reuniones con maestros y las actividades cotidianas están llenas de desafíos que a menudo pasan desapercibidos para quienes no viven esta realidad.

Cuando aplicamos la empatía, podemos empezar a visualizar no solo las dificultades, sino también las pequeñas victorias diarias que significan mucho para estos padres.

Uno de los aspectos más desgarradores para muchos padres es la lucha constante por obtener los recursos adecuados y el apoyo necesario. La burocracia de este sistema de salud y educativo solo es inclusiva en los papeles.

Es aquí donde nuestra empatía debe transformarse en acción, promoviendo cambios en las políticas y en la sociedad para asegurar que las familias reciban la ayuda que necesitan sin tener que luchar incansablemente por ella. La comprensión de los comportamientos y necesidades de un niño con necesidades especiales también requiere un esfuerzo consciente. Lo que para muchos puede parecer una rabieta, para estos padres puede ser una expresión de sobrecarga sensorial o frustración debido a la dificultad de comunicarse.

La empatía nos invita a no juzgar apresuradamente, sino a acercarnos con una mente abierta y un corazón dispuesto a aprender y a apoyar.



Edilí Arias

Edilí Arias, periodista. Especialista en temas de salud.