Sea quien sea, pase lo que pase

Sea quien sea, pase lo que pase

Sea quien sea,  pase lo que pase

Rafael Molina Morillo, director de El Día

No me importan los resultados que arrojan las encuestas patrocinadas por los partidos políticos o por movimientos claramente interesados.

Porque según ellas cada uno es el seguro ganador, dependiendo de quién sea el que las paga.

Tampoco creo un ápice lo que proclaman a los cuatro vientos las maravillas que harán desde el Gobierno cuando ganen las elecciones, convirtiendo el país en una sucursal del paraíso.

Ahora bien, pase lo que pase a lo interno de los partidos en sus respectivas convenciones para escoger a sus candidatos a la Presidencia y a sus curules legislativas, y sea quien sea el triunfador en la justa electoral que se avecina, yo me autoproclamo como su vigilante, su crítico, su consejero, su guardián, su escudriñador y su investigador permanente, todo ello gratuito y sin esperar recompensa.

Y desde ahora les adelanto una primera advertencia: olvídense de introducir cambios en la Constitución para que se permita la reelección presidencial, pues ello dejaría al descubierto un afán de servirse del Estado en vez de servirle al Estado, a costa de hacer añicos la tan añorada institucionalidad.

Y empiecen, desde ahora, a practicar la dictadura de la Ley, pase lo que pase y sea usted quien sea. Porque, como yo, la mayoría del pueblo está atenta a sus más mínimos movimientos.



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