Renaldo Bodden
Contrario a lo que se había dicho originalmente, un técnico del Ministerio de Obras Públicas, anónimo por el momento, me dijo que los informes sobre la estructura del llamado “Séptimo cielo” han pasado todas las pruebas de resistencia y han conservado todas las facultades para sostener una versión modificada y moderna aprovechando el mismo espacio del achicharrado palco de prensa del estadio Quisqueya Juan Marichal.
Construir un palco nuevo representa ubicarlo en uno de los laterales, situación que reduce los ángulos de visibilidad de los usuarios, o sacrificar algunas áreas de los palcos VIP (sobre las preferencias) que son utilizadas por los equipos y son rentadas a empresas comerciales.
A propósito, las empresas Claro (32) y Presidente (20) han facilitado 52 asientos para la prensa hasta terminar el torneo, porque cualquier decisión que se vaya a tomar debe ser después de enero.
Se abre la posibilidad de remodelar el estadio por completo para hacer una sola inversión, pero esa es una decisión de Estado que por los costos debe ir al Congreso y los debates y las posiciones, a favor y en contra, no se harían esperar.
No importa, vámonos al libre juego de confrontar las ideas.
