Cristina Fernández
BUENOS AIRES.-La presidenta argentina Cristina Fernández se encontraba el lunes cumpliendo un mes de reposo por su problema de salud, sin que se sepa por el momento si dejará el ejercicio del poder en el vicepresidente.
El senador oficialista Aníbal Fernández, quien actúa habitualmente de portavoz del gobierno, admitió que desconoce si la mandataria pedirá licencia en el cargo para delegar las funciones de gobierno en el vicepresidente Amado Boudou, uno de los políticos con peor imagen en las encuestas por estar investigado por supuesta corrupción y enriquecimiento ilícito. La justicia no ha tomado medidas procesales en su contra.
La mandataria debe guardar reposo debido a una “colección subdural crónica”, un hematoma en el cráneo a raíz de un fuerte golpe que sufrió en el mismo el 12 de agosto.
“No tenemos en claro qué va a suceder, una vez que se exprese concretamente la tarea que va a llevar a la práctica el vicepresidente sabremos cuál es la decisión que se tomó”, dijo Fernández al canal Telefé sobre la posibilidad de que Boudou reemplace a la mandataria en actos protocolares, pero el ejercicio del poder siga recayendo sobre la gobernante.
Según la agencia noticiosa oficial Télam, Boudou tenía previsto asistir a un acto de entrega de patrulleros a la Gendarmería Nacional (policía de fronteras) y más tarde a un homenaje a científicos.
La agenda oficial de Fernández en la página web de la presidencia señala “sin actividad oficial programada”. The Associated Press intentó localizar al portavoz oficial, Alfredo Scoccimarro, para que explique cuál es la situación, sin obtener respuesta.
La mandataria “anímicamente está bien, pero tiene que descansar”, dijo el senador Fernández. La presidenta se encuentra en la residencia presidencial de Olivos, en las afueras de Buenos Aires, acompañada por sus hijos, Máximo y Florencia Kirchner, dijo el legislador.
“Asumo que tiene que detener su cabeza y frenar un poquitito el esfuerzo diario, que es mucho”, remarcó el senador, quien señaló que es gratificante ver los mensajes de apoyo que ha recibido la presidenta de la generalidad del arco político argentino.
En tanto, el abogado constitucionalista Daniel Sabsay afirmó a radio Continental que la presidenta podría abstenerse de pedir licencia y continuar ejerciendo la primera magistratura a pesar de estar en reposo médico porque “no hay ninguna norma que regule esta cuestión”.
“Es una decisión de la titular del Ejecutivo.
Ella decidirá, según el mal que la aqueja y en consulta con sus médicos, si le corresponde seguir en funciones, delegando parte de las mismas en su vicepresidente”, afirmó Sabsay.
El constitucionalista explicó que, por el contrario, si la presidenta “se toma la licencia, se la debe solicitar al Congreso” y es este el que se la concede.
La presidenta argentina Cristina Fernández se encontraba el lunes cumpliendo un mes de reposo por su problema de salud, sin que se sepa por el momento si dejará el ejercicio del poder en el vicepresidente.
Fabián Perechodnik, director de la consultora política Poliarquía, dijo a medios de prensa que “es necesario que haya información” sobre el problema de salud que afecta a Fernández, quien sufre de hipotensión crónica, para “bajar la ansiedad a la gente”.
El gobierno informó de la dolencia de la mandataria el sábado por la noche, después de que ésta se hiciera una revisión en un centro médico cardiológico de Buenos Aires al cual llegó aquejada de una arritmia y con dolor de cabeza. Ningún detalle fue revelado sobre la causa del traumatismo craneal que Fernández sufrió el 12 de agosto.
La salud de la presidenta se vio afectada a tres semanas de la realización de las elecciones legislativas, en las cuales se prevé que el oficialismo sufrirá un revés.
Se arribó al diagnóstico de “colección subdural crónica”, es decir la existencia de sangre en el cráneo, según señaló Scoccimarro el sábado un comunicado.
“Se indicó reposo de un mes, junto a seguimiento evolutivo estricto clínico e imagenológico”, agregó el comunicado al indicar que durante el mes de reposo de la presidenta los médicos vigilarán cómo evoluciona el sangrado.
