A lo largo de su carrera, Scarlett Johansson ha pasado por momentos en los que, a pesar de su innegable talento y esfuerzo, se enfrentó al rechazo en proyectos importantes. Sin embargo, estos obstáculos no han detenido su ascenso en la industria cinematográfica y han contribuido a forjar su camino hacia el éxito. Desde papeles que no consiguió hasta la lucha contra la cosificación en Hollywood, Johansson ha demostrado ser mucho más que una actriz.
Uno de los puntos más interesantes en la carrera de Scarlett Johansson es cómo ha tenido que enfrentarse a ser rechazada para papeles importantes. En una entrevista con Variety, la actriz reveló que fue rechazada para dos proyectos que, en su momento, deseaba profundamente: “Iron Man 2″ y “Gravity”. En el primer caso, el papel de Natasha Romanoff, también conocida como La Viuda Negra, fue inicialmente otorgado a Emily Blunt. Sin embargo, debido a problemas de agenda de Blunt, Johansson fue finalmente seleccionada para el papel, que resultaría en uno de los más icónicos de su carrera. Este personaje la catapultaría al estrellato global dentro del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM).
El otro proyecto, Gravity del director mexicano Alfonso Cuarón, terminó en manos de Sandra Bullock, quien fue nominada al Oscar por su interpretación de la astronauta Ryan Stone. Para Johansson, perder ese papel fue particularmente devastador, ya que había invertido mucho esfuerzo en las audiciones. Aunque este fue un golpe emocional, la actriz siguió adelante con su carrera, y el éxito no tardaría en llegar.
Impacto emocional de las oportunidades perdidas
El rechazo de roles importantes dejó una huella en Johansson, quien admitió que en algún momento llegó a replantearse su carrera como actriz. Tras perder el papel de Ryan Stone en Gravity, confesó a la revista Parade, que esta fue la “gota que colmó el vaso”, provocando que se sintiera “frustrada y desesperanzada”. La actriz incluso consideró abandonar la interpretación, algo que habla de la presión y el impacto emocional que experimentan incluso las estrellas de Hollywood más exitosas.
Sin embargo, este revés también le permitió crecer personal y profesionalmente. Luego de su rechazo en Gravity, Johansson participó en la obra de teatro ganadora del Premio Tony “A View from the Bridge”, la cual describe en Vanity Fair, como un momento decisivo en su evolución artística. La experiencia en el teatro le dio una nueva perspectiva y energía para continuar en su carrera, a pesar de los tropiezos que había enfrentado en el cine.
Cosificación en Hollywood
A lo largo de su carrera, Johansson ha sido muy vocal sobre el tratamiento que recibió en la industria, donde, según sus palabras, fue cosificada y encasillada en roles estereotípicos de “rubia explosiva”. En una entrevista con Vanity Fair, la actriz expresó su descontento con los papeles que le ofrecían, la mayoría relacionados con personajes hiperfemininos o basados en su atractivo físico. Ella da el ejemplo de cuando rechazó múltiples guiones para interpretar a Marilyn Monroe, ya que consideraba que estos trabajos no le ofrecían un desafío creativo real.
Johansson lamenta que, después de su participación en películas como Lost in Translation y Girl with a Pearl Earring, comenzó a ser percibida como una “bomba de Hollywood”, un encasillamiento que afectó negativamente su carrera.
Carrera como segunda opción
A pesar de haber sido la primera opción en algunos de sus roles más notables, Johansson ha mencionado en entrevistas que ha “hecho una carrera siendo la segunda opción”. Esto es especialmente cierto en el caso de su papel como La Viuda Negra en Iron Man 2. Como se mencionó anteriormente, Emily Blunt fue la primera elección para este personaje, pero debido a compromisos previos, Johansson finalmente fue elegida.
Lejos de sentirse desalentada por ser la segunda opción, Johansson ha adoptado esta circunstancia como una característica clave en su carrera. En una entrevista con Parade, afirmó que “el mejor llamado que puedes recibir es cuando te rechazan para algo y luego te llaman de vuelta”. Este papel en la película de Marvel, la consolidó como una de las actrices más reconocidas del cine de acción y la convirtió en una de las actrices mejor pagadas de Hollywood.
En una clara demostración de sus principios, Scarlett Johansson rechazó la participación del príncipe saudí Mohammed Bin Salman (MBS) en uno de sus proyectos cinematográficos. El príncipe saudí estaba dispuesto a financiar una película en la que Johansson interpretaría a la fotoperiodista ganadora del Premio Pulitzer, Lynsey Addario, en una biografía dirigida por Ridley Scott. Sin embargo, cuando Johansson descubrió la implicación de MBS en la financiación, decidió apartarse del proyecto, alegando que no quería estar asociada con alguien que perpetúa la guerra en Yemen y que tiene un historial de violaciones a los derechos humanos.
Este rechazo ocurrió antes del asesinato del periodista Jamal Khashoggi, pero Johansson se mantuvo firme en su decisión, ganándose el respeto de muchas personas por su postura ética.
Evolución profesional y reconocimiento
A pesar de los rechazos y las limitaciones que ha enfrentado, Scarlett Johansson ha logrado evolucionar y convertirse en una de las actrices más destacadas de su generación. Con más de 75 películas y series en su haber, sus participaciones en éxitos de taquilla como Los Vengadores, Her y Lost in Translation han hecho que sus películas recauden más de 14.000 millones de dólares en todo el mundo, posicionándola como una de las actrices más rentables de la historia.
Luego llegó a ser la actriz mejor pagada de Hollywood, con un salario de 20 millones de dólares por la película Black Widow. Además, ha trabajado en diversificar su carrera, tomando roles más desafiantes y colaborando con directores de renombre, lo que demuestra su capacidad para adaptarse y evolucionar en un entorno tan competitivo como el cine.