Sargazo que desecha RD es mina de oro para industria farmacéutica
Santo Domingo.- Es una mina de oro que no vemos. Un estudio reveló que el sargazo que producen las playas dominicanas y otras del trópico podría servir a la industria farmacéutica para elaboración de productos para tratamiento de cáncer, colesterol, diabetes y asociada al hígado y problemas de visión.
El estudio, realizado por un estudiante en formación de la carrera de Biotectnología del INTEC, asegura que los componentes de una microalga que contiene el sargazo, de nombre epirulina (Arthrospira platensis), tienen componentes empleados en suplementos para fortalecer el sistema inmunológico y como apoyo a las enfermedades citadas más arriba.
El uso de este componente ahorraría costos a la industria farmacéutico, dice un trabajo de grado realizado por Guillermo Arias, de la licenciatura en Biotecnología del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), asesorado por Miguel Angel Guevara.
Refiere que el mercado mundial de productos derivados de espirulina alcanzará cientos de millones de dólares en esta década, según firmas internacionales.
Por esto, la investigación identifica una solución rentable y sostenible ante las acumulaciones masivas de sargazo en playas del Caribe y una oportunidad de negocios para la industria farmacéutica en República Dominicana.
Anota que es la primera vez que se comprueba la posibilidad de usar biofertilizantes a base de sargazo como nutriente para la producción de espirulina.
El cultivo de espirulina se realiza en agua dulce y con nutrientes costosos por el gran número de sales que se emplean, las cuales deben tener el mínimo de impurezas para evitar contaminación con sustancias tóxicas y metales.
Esta situación ha propiciado la búsqueda de fuentes alternativas que incluyan el uso de abonos orgánicos para lograr altos rendimiento a menor costo.
Una de las conclusiones del trabajo es que la espirulina producida con biofertilizante a base de sargazo puede ser usada sin riesgos para la salud humana o animal, ya que los niveles de metales pesados resultaron por debajo de lo que permite la norma.
La investigación consistió en cultivar espirulina durante 16 días con un biofertilizante a base de biomasa de sargazo en diferentes concentraciones (1, 5, 10 y 20%) para luego evaluar el crecimiento, contenido de pigmentos y proteínas.
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Los resultados obtenidos evidenciaron que el crecimiento y los contenidos de clorofila a, carotenoides y ficocianina fueron mayores cuando se utilizó 1% del biofertilizante de sargazo; mientras que las proteínas totales fueron mayores en los cultivos con 5% del biofertilizante. En cambio, los cultivos realizados con 10 y 20% del biofertilizante solo sobrevivieron 72 horas.
“Hasta el momento, el sargazo que aparece en las playas dominicanas es tratado como desecho y los hoteles destinan cuantiosos recursos para su disposición final. Cuando llega a la orilla, esta alga se pudre y emite hedor, atrae insectos y tiñe de marrón las famosas aguas turquesas del Caribe”, comenta el estudio “Producción de Arthrospira platensis utilizando un biofertilizante realizado con biomasa de Sargassum”.
El trabajo está disponible en la biblioteca Emilio Rodríguez Demorizi, de INTEC.
La carrera de licenciatura en Biotecnología, propuesta por el INTEC, forma a jóvenes profesionales para que puedan entender y acompañar el cambio, además de hacer aportes invalorables en el nuevo escenario biotecnológico del mundo y de República Dominicana.
Esta nueva carrera, cuyo programa tiene una duración de tres años y medio, abre oportunidades para la generación de soluciones innovadoras y sustentables a las crecientes necesidades y problemas que afectan a la sociedad dominicana vinculados a la salud, alimentos, energía y el cuidado del medio ambiente y otros campos.
Los egresados de la licenciatura en Biotecnología serán profesionales con los conocimientos científicos y tecnológicos adecuados para desempeñarse como especialistas, gerentes, asesores, investigadores, directores o administradores en instituciones, centros o empresas vinculadas a los sectores industrial, agrícola, forestal, alimentario, medio ambiental y médico farmacéutico.
