BOGOTÁ.– El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dijo que la periodista española Salud Hernández, vista por última vez el sábado en la convulsionada región del Catatumbo, está con la guerrilla del ELN «por su propia voluntad» realizando un trabajo periodístico.
«De Salud Hernández, la información que tengo, que estoy verificando, es que ella se fue a hacer un trabajo periodístico por su propia voluntad, que se reunió con el ELN y que el ELN está esperando a ver cómo puede regresarla a la libertad», dijo Santos durante una visita al departamento del Chocó (oeste).
Según el mandatario, esta versión «tiene lógica porque ella le informó a muchas personas, entre ellas al director del diario El Tiempo, con quien he estado en permanente comunicación, que se iba a hacer un trabajo (y) que iba a estar incomunicada».
Hernández, quien reside en Colombia desde mediados de la década de 1990 y tiene también la nacionalidad colombiana, es columnista del diario El Tiempo, dirigido por Roberto Pombo, y colaboradora del periódico español El Mundo.
El rastro de la periodista se perdió el sábado en el municipio El Tarra, departamento de Norte de Santander, mientras investigaba sobre cultivos ilícitos en la zona, y donde desde el lunes tampoco se sabe nada del reportero Diego D’Pablos y el camarógrafo Carlos Melo, de la cadena local RCN.
«Sobre los dos periodistas de RCN no tenemos información; suponemos que algo parecido les debió suceder», indicó por su parte Santos.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, denunció este miércoles la desaparición de los tres periodistas, señalando que si se trata de un «secuestro» del ELN atentaría contra el proceso de paz.
El Ejército de Liberación Nacional (ELN), que tiene fuerte presencia en el Catatumbo junto con otras guerrillas y bandas criminales, anunció a finales de marzo el próximo lanzamiento de la fase pública de diálogos de paz tras más de dos años de conversaciones preliminares confidenciales.
Colombia vive un conflicto de más de medio siglo, que ha involucrado a guerrillas, paramilitares y fuerzas del Estado y deja ya 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,8 millones de desplazados.