LOS ÁNGELES.– En Hollywood las cosas se ponen feas si eres mujer y has pasado la barrera de los 50.
Hay excepciones, pero por lo general las actrices se quejan de que no hay papeles para ellas. Es lo que uno podía pensar a primera vista en los últimos años: que la industria del cine estadounidense se había olvidado de Sandra Bullock. Pues no era así. La actriz dio un cambio radical a su vida tras su dramática ruptura matrimonial en 2010, casi coincidiendo, la vida es así de contradictoria, con su Oscar por la película ‘Un sueño posible’.
Nueva película
Ahora Sandra Bullock ha vuelto con fuerza gracias al taquillazo de ‘Ocean’s 8’, que supone la continuación de la saga ‘Ocean’s 12’, pero en este caso con un ‘casting’ femenino, en el que destacan Cate Blanchett, Helena Bonham-Carter, Rihanna y Anne Hathaway.
Supone la resurrección para el séptimo arte de la actriz, que en distintos momentos de su carrera estuvo a punto de tirar la toalla.
Sobre todo cuando sintió que le estaban dando un trato distinto por ser mujer y no le llegaban las mismas oportunidades que a los hombres.
“Mi madre me educó diciendo: ‘No necesitas casarte, fórjate tu propio camino, gana tu dinero y sé tú misma’. Y salí al mundo pensando que no había disparidad, que todo el mundo era igual y que podía hacer las mismas cosas que un hombre”, ha declarado al periódico ‘USA Today’.
Fue más adelante en su carrera cuando tuvo una especie de revelación que lo cambió todo: “¡Oh, Dios mío’, me tratan así porque tengo una vagina. Fue duro para mí porque he caminado toda la vida con anteojeras y llegó un momento que me sentí menos por ser una mujer. Y fue una píldora difícil de tragar. Tenía mucha tristeza y pensé que tenía que salir de ahí en ese momento”.
Afortunadamente para sus fans, se lo pensó mejor y siguió adelante. A sus 53 años es una mujer nueva después del golpe que supuso su mediática separación, después de que ese marido que su madre le había dicho que no necesitaba, Jesse James, le fuera infiel.
La intérprete de ‘Gravity’ estaba perdidamente enamorada del tatuadísimo fabricante de motos, que ya tenía tres hijos de relaciones anteriores y que ella había acogido como propios.
—1— Su divorcio
Su matrimonio parecía un cuento de hadas cuando ella canceló todos sus compromisos alegando motivos personales. Entonces solicitó el divorcio.
—2— Maternidad
Sus hijos han sido un bálsamo para la actriz, como también lo ha sido su actual pareja, Bryan Randall. Llevan una vida muy discreta.