Sanar el dolor de la lluvia

Sanar el dolor de la lluvia

Sanar el dolor de la lluvia

Dilenia Cruz

De acuerdo con la Asociación Americana de Psicología “el trauma es una respuesta emocional a un evento terrible como un accidente, violación o desastre natural. Inmediatamente después del suceso, son típicos la conmoción (el shock) y la negación”.

La República Dominicana, pero muy especialmente la capital dominicana, vive hoy esos sentimientos a raíz de los efectos devastadores de la abundante lluvia del sábado pasado que, hasta el momento, ha dejado 21 muertos, miles de desalojados y pérdidas millonarias.

Como es de esperarse en cualquier catástrofe medioambiental hemos de enfrentar traumas colectivos, pero especialmente individuales y familiares.

En especial, quienes fueron impactadas directamente por la desgracia y perdieron algún familiar, hogares, enseres y sus vidas, tal como las conocían, han de estar inmersos en el proceso de conmoción y/o negación más profundo que el resto de la gente, aunque la gran mayoría estemos en un proceso similar.

Las secuelas de este evento sin precedentes aún no pueden ser pronosticadas, pero sabemos que como sociedad tendremos que enfrentarlas en el plano emocional, físico y económico.

Como resultado, puede que las personas se enfrenten con múltiples consecuencias en lo personal, familiar, laboral y estudiantil. El apoyo es crucial ahora.

El presidente de la República dio un buen primer paso, empático, al declarar un duelo nacional por las pérdidas humanas. Un segundo paso, resiliente, fue disponer una investigación para comprender mejor qué falló a fin de poder prever para el futuro; eso es crucial de cara al futuro y recuperar la confianza social.

Hoy solo quiero ver a mi familiar, amigo o vecino como me veo a mi misma: un ser humano, vulnerable y capaz de ser empático. ¿Y tú?