Santo Domingo.-Cuando nos duele algo, automáticamente nos llevamos la mano a ese lugar como si el simple contacto nos aliviara el dolor.
De forma natural, sin darnos cuenta, aplicamos el fundamento del reiki, una terapia milenaria japonesa para sanar a través de las manos que cada vez tiene más adeptos en el mundo.
De acuerdo a la italiana Iris Baffoni, con más de 10 años de experiencia en el tratamiento y enseñanza del reiki, las personas que lo practican aseguran que es asombroso como funciona y muchas afirman que ha cambiado su vida.
El reiki, que en japonés significa ‘energía universal’, consiste en canalizar a través de las manos una poderosa fuente de vibración, que está fuera, hacia uno mismo o hacia otras personas, para curar enfermedades físicas o sanar emociones. Además, cualquiera puede practicarlo o recibirlo, ya que no es un ‘don’ especial reservado a unos privilegiados, sino una técnica que se puede aprender.
Baffoni afirma que es un sistema fácil de aprender y de practicar.
Indica que, por medio de la imposición de manos, esta técnica armoniza el fluido de la energía en el cuerpo, recuperando la armonía universal que habita en su interior.
Baffoni concluye: “El reiki nos propone una autocuración en cuatro niveles: físico, emocional, mental y espiritual. Es uno de los pocos sistemas de sanación que posee una modalidad de autoterapia”.