Senabri Silvestre 
Santo Domingo.-San Pedro de Macorís está sumergida en un abandono total por parte de sus autoridades, que no han hecho nada para contrarrestar la difícil situación económica y social que atraviesa esa provincia.
La falta de empleos y oportunidades ha sido el detonante de una comunidad, en donde las bases de la unidad familiar se han ido perdiendo, y en muchos casos se han destruido.
Esa es la visión general que ofrece el exsenador y aspirante a esa misma posición por esa demarcación, José (Josecito) Hazim Frappier, un político de larga data que vuelve a hacer uso de su liderazgo y simpatía popular para defender la región donde se crió, vive y mantiene sus negocios.
Causas del abandono
Josecito Hazim expresó que el deterioro de San Pedro de Macorís se ha producido en los últimos 10 años, con la caída de las actividades productivas de las que dependía la zona.
Con gran dominio y conocimiento, el militante reformista explicó que tradicionalmente “La Sultana del Este” ha sustentado su desarrollo en cuatro ejes: la zona franca, industria azucarera, la Universidad Central del Este (UCE) y el turismo de Juan Dolio y Guayacanes.
De esas actividades la única que no ha desaparecido es la UCE, pues la industria azucarera casi se esfumó, mientras que la zona franca recortó el número de puestos de trabajo de más de 40,000 a 9,000. Por otro lado, el turismo de Juan Dolio y Guayacanes, que empleaba a más de 6,000 trabajadores, dejó de necesitar esa mano de obra al transformarse en una zona de segunda vivienda y de apartamentos privados.
“Y lo peor de todo es que eso ha ocurrido en los últimos 10 años y ninguna autoridad ha podido levantar su voz para decir al Poder Ejecutivo o al sector privado la catástrofe que está pasando en San Pedro de Macorís”, manifestó el exsenador.
Consecuencias
Hazzim Frappier reveló que el resultado de esa devastación económica ha sido la migración de los petromacorisanos a otras zonas del país, como Bávaro, Punta Cana y La Romana, donde pueden encontrar el sustento de sus familias.
En consecuencia, la población de esa región se contrajo en un 3.7%, de acuerdo a los datos comparados de los censos de 2002 y 2010, que proyectados a 2015 arrojan una salida por encima del 5%.
“El hecho de que en una población de 300 o 310,000 habitantes se pierdan más de 40,000 empleos directos es una catástrofe, es decir: cierra el pueblo”, alertó. Lo peor ha sido que sólo entre un 5 y 10% de esos empleos han sido sustituidos.
Separación de familia
La salida de trabajadores de San Pedro de Macorís en busca de trabajo hacia otras zonas más prósperas implica que esos hombres y mujeres vean a sus familiares cada 15 días o hasta cuatro veces al año.
Esa ausencia provoca la separación y destrucción económica y emocional de muchos hogares, lo que no sólo afecta a las parejas, sino mucho más a los hijos.
“Se está perdiendo la base de la familia por el desempleo.
Eso aumenta el índice de madres solteras, que muchas veces terminan prostituyéndose para mantener sus hijos; que a su vez, se crían como delincuentes, mientras las adolescentes terminan embarazadas”, detalló.
Solución al desempleo
Josecito Hazim entiende que la solución de San Pedro es rescatar el casco histórico de la ciudad para atraer los turistas internos y externos.
En ese plano, considera que deben edificar un centro cultural, y museos Guloya, de peloteros y cocolos. Alrededor de ellos deberían plantar tiendas de souvenires y restaurantes.
“La idea es insertar a San Pedro de Macorís de nuevo en la ruta turística de la región”, consideró.
En el área Agroindustrial, el exsenador propone crear invernaderos para aprovechar las aguas y la cantidad de tierras disponibles para cultivo.
De hecho, dijo que ya hay un proyecto de 500 mil metros que está produciendo bajo ambiente controlado “y le va bien”.
Agregó que esa ciudad, que es hoy el parque energético más grande del país, debe impulsar el sector industrial, para lo cual, se debe diseñar un plan de desarrollo provincial junto al Poder Ejecutivo.
