Nueva York.- La compañía surcoreana Samsung presentó ayer en Nueva York su nuevo teléfono inteligente, el Galaxy Note 8, con el que la firma tecnológica se sobrepone a la crisis de las baterías que le obligó a retirar del mercado a su antecesor, el Galaxy Note 7.
En un evento en el histórico edificio Park Avenue Armory, que llenó hasta los topes su aforo, el presidente de comunicaciones móviles de Samsung, DJ Koh, agradeció el apoyo a sus dispositivos a pesar de la “decepción” del anterior modelo, que dio unos problemas que “nadie va a olvidar”.
El Galaxy Note 8, con una “pantalla infinita” de 6,3 pulgadas y autentificación con escáner de iris y huella dactilar, ha superado la prueba de seguridad de las baterías “en 8 puntos” de Samsung.
El Galaxy Note 8 tiene un precio no excederá los 1,000 dólares.