Santo Domingo.-El expelotero dominicano Sammy Sosa está disfrutando la buena vida y quiere que todos lo sepan.
Así lo manifiesta en una entrevista que concedió desde el segundo nivel del lujoso hotel Burj al Arab, en Dubái, a la revista Sports Illustrated, a propósito del 20 aniversario de su batalla de jonrones con Mark McGwire, de los Cardenales de San Luis en 1998.
Los fanáticos del béisbol todavía recuerdan la batalla que ambos jonroneros protagonizaron en 1998, superando el récord de 61 cuadrangulares impuesto por Roger Maris.
1998 fue el mejor año en la carrera de Sosa, no solo porque hizo historia en la citada batalla, sino también por los números que acumuló. Ese año su promedio de bateo fue .308, y tuvo 66 cuadrangulares y 158 remolcadas.
El exjardinero de los Cubs de Chicago recibe este vigésimo aniversario disfrutando su retiro de las Grandes Ligas, aunque admite que aún extraña el juego y a sus fanáticos.
“La gente me apoyó por muchos años. Me gustaría volver y decir: hey aquí estoy”, expresó Sosa en la entrevista, en la que también dijo que “el tiempo curará todo”.
Sobre la posibilidad de una reunión con la directiva del club Los Cachorros, el dominicano dijo que «tarde o temprano -puede ser ahora o dentro de 20 años- ellos tendrán que abrir las puertas».
En la entrevista, Sosa habla con los periodistas Jason Buckland y Ben Reiter sobre sus negocios inmobiliarios en Emiratos Árabes Unidos, de combustibles en República Dominicana, impermeabilización en Panamá y bebidas y hoteles en Reino Unidos.
Habla sobre su opulenta vida y lo que hace con las críticas y burlas que recibe por el drástico cambio en su tono de piel. Él prefiere no prestar atención a eso y dice a los periodistas: «Mira lo que soy ahora. Esta es mi vida y no hago caso a la basura que dice la gente. Ahora hago lo que quiero», cita la entrevista disponible en www.si.com.
El texto reseña el pasado del dominicano, su infancia, pobreza y la forma en que su vida ha cambiado desde que a los 14 años comenzó a involucrarse en el béisbol.