Santo Domingo.-Un día como hoy, pero de 1850, nació la poetisa Salomé Ureña, una prominente escritora y educadora, reconocida como una de las figuras centrales de la poesía lírica del siglo XIX e innovadora
Salomé no fue solo una destacada escritora, sino también una gran luchadora por la igualdad de derechos entre mujeres y hombres.
Ureña fue la alumna de Eugenio María de Hostos, un intelectual educador, filósofo, sociólogo y escritor puertorriqueño.
Las obras de Salomé se centraron en el amor a la patria y en su entorno familiar. Aunque de obra no muy extensa, logró llamar la atención de gran parte de Latinoamérica por la profundidad de sus escritos.
Entre sus trabajos más reconocidos están La Patria, El Ave y El Nido y Sombras, Ruinas, entre otros.
Los principales maestros de salome fueron sus padres Nicolás Ureña de Mendoza, abogado y también escritor y su madre Gregoria Díaz de León, quienes le mostraron el pan de la enseñanza y aportaron al desarrollo intelectual, gracias a que inculcaron a la joven sus primeras lecciones educativas.
Su padre le enseñó las obras clásicas de autores españoles y franceses que ayudaron a que Salomé a temprana edad, entrara en contacto con la literatura y desarrollar su propia carrera.
Solo tenía quince años de edad cuando comenzó a escribir, publicando posteriormente su primera obra a la edad de diecisiete años y haciéndose conocida por su espontaneidad y ternura.
Fue 1867 cuando publicó sus primeras obras bajo el seudónimo de «Herminia», nombre que usó hasta 1874.
Alrededor de 1881, Salomé fue animada por su marido para abrir el primer centro de educación superior para mujeres jóvenes en la República Dominicana, lo cual hizo el 3 de noviembre de ese año bajo el nombre de Instituto de Señoritas.
En los cinco años subsiguientes, seis mujeres se graduaron de maestras en el Instituto, algo poco común en ese momento.
Por problemas de salud Salomé Ureña cerró el Instituto en el año 1893. Fue abierto nuevamente en junio de 1896 y se estableció en Puerto Plata por un tiempo, regresó a Santo Domingo y nuevamente a Puerto Plata, el 2 de enero de 1897. Años después de su muerte, el instituto fue bautizado con su nombre.
Murió debido a complicaciones de tuberculosis en 1897, a la edad de 46 años. Fue enterrada en la iglesia de Nuestra Señora de las Mercedes y trasladada en 1972 al Panteón de la Patria.
Es considerada por muchos como la escritora más excelsa de la República Dominicana. Logró inyectar profundos sentimientos en cada uno de sus poemas que hoy forman parte fundamental del patrimonio literario dominicano.
Su lucha la convirtió en una mártir en su país y es recordada por su arduo trabajo en favor de la educación femenina.
Lea aquí el poema El Ave y el Nido, uno de los trabajos más destacados de Salomé Ureña.