El dominicano que se destaca en cualquier actividad, con muy raras excepciones, siempre “saca las uñas”, mediante reclamos públicos o solapados de que debe ser recompensado, en términos económico.
Esa petición a veces se realiza de forma petulante, porque puso en “alto la bandera nacional en playas extranjeras”.
Ante la tanta iniquidad y desigualdad que arrastra la población desde el mismo nacimiento de la República, la gente les da la razón a quienes efectúan esos reclamos.
Los atletas como cualquier ciudadano deben sentirse satisfechos al ser escogidos para representar a su país. Por eso quiero dejar a ustedes la siguiente información fechada en Las Vegas: “Las estrellas de la NBA, con la excepción de LeBron James, están en el mini campamento de la USA Basketball con 34 seleccionados para elegir los que formarán el equipo nacional para las próximas competiciones internacionales, bajo la consigna de que todos, sin excepción, aun los lesionados, entienden que no hay nada más grande que vestir la camiseta nacional”.
En países donde los atletas pasan las de Caín, debe protegerse a sus atletas meritorios, pero estos también deben entender que es un honor ser escogido para esa misión.