La reciente decisión de Mariano Germán de no someterse a las evaluaciones correspondientes para continuar al frente de la judicatura sorprendió a la sociedad dominicana.
Otras retiradas proverbiales a nivel mundial fueron las del papa Benedicto XVI y Pepe Mujica. Frente a este hecho se tejen muchas especulaciones e incomprensiones porque en la cultura, el retirarse, al igual que en una batalla, se asocia a pérdida o fracaso.
No es una práctica común del dominicano retirarse de nada, y menos de los cargos públicos. Tenemos ejemplos de caudillos octogenarios que no fue su propia voluntad lo que los sacó de los espacios de poder sino una enfermedad degenerativa o la misma muerte.
Ya sea que se haya hecho una gestión formidable o mediocre, retirarse a tiempo es un imperativo ético de un verdadero líder.
El líder puede retirarse para promover el relevo en el liderazgo, emprender nuevos horizontes o simplemente para descansar y tener la vida común y corriente como el resto de los mortales.
El retiro oportuno es expresión del convencimiento de que no se es indispensable en ningún espacio y que los otros también tienen derecho a ocuparlo.
Todos somos importantes y necesarios pero nunca insustituibles.
El buen líder político, profesional o social sabe cuándo debe retirarse para no caer en la obsolescencia, la vergüenza, la autocracia, la megalomanía y el mesianismo.
La decadencia es la ley de la vida. Nadie nació para semilla.
Como decía Napoleón Bonaparte: “Todos los cementerios del mundo están llenos de gente que se consideraba imprescindible”. A propósito, incluso él con todo su pasado de esplendor y grandeza, hoy solo es historia.
Muchas veces el retirarse a tiempo puede ser el camino de una verdadera realización humana.
El gran maestro Confucio después de dimitir de su cargo de Ministro de Justicia se dedicó a enseñar sobre el buen gobierno, la buena conducta, el cuidado de la tradición y la meditación.
La feliz dimisión de Confucio legó a la humanidad una de las filosofías de mayor impacto en la cultura y el desarrollo del mundo oriental. Confucio es un ejemplo de que retirarse a tiempo es de sabios.