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A Jonas Nordlander la crisis económica rusa no le hace mella.
A decir verdad, ha sido muy conveniente para él.
Ello se debe a que la compañía que cofundó hace ocho años, Avito, ha crecido hasta convertirse en el sitio web de avisos clasificados más grande de Rusia.
Y ahora que la recesión y la devaluación del rublo afectan las finanzas del país de 143 millones de habitantes, sus negocios están en auge.
Los rusos están descartando objetos personales –grandes y chicos- que pueden publicar en Avito para venderlos: teléfonos móviles, televisores, sillones, cochecitos de bebé, laptops, gorros de invierno, bolsos, zapatos.
Las cosas corrientes que la gente tiene y ahora quiere vender.
