Las sanciones estadounidenses contra Rusia siguieron a las dispuestas por los Veintisiete, que se limitaron a fundamentarlas en la persecución judicial contra Navalni.
Moscú.- Rusia rechazó hoy de plano las sanciones que impusieron Estados Unidos y la Unión Europea (UE) por el envenenamiento y el envío a prisión del líder de la oposición rusa, Alexéi Navalni, y advirtió de que estas no quedarán sin respuesta.
“No son otra cosa que una intromisión en los asuntos internos de Rusia”, dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria, en la que tachó de “inaceptables” las nuevas medidas contra Moscú.
LAS PRIMERAS SANCIONES CON BIDEN EN LA CASA BLANCA
Peskov comentó así las sanciones contra siete funcionarios rusos, entre ellos el jefe del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB), Alexandr Bórtnikov, anunciadas el martes por EEUU y que sonprimeras que adopta desde la llegada de Joe Biden a la jefatura de la Casa Blanca el pasado 20 de enero.
Las sanciones estadounidenses contra Rusia siguieron a las dispuestas por los Veintisiete, que se limitaron a fundamentarlas en la persecución judicial contra Navalni, la represión de sus partidarios y violaciones a derechos humanos, sin mencionar expresamente, como hizo Washington, el envenenamiento que el año pasado tuvo al opositor al borde de la muerte.
Peskov calificó de “indignante” que Estados Unidos afirme que “con alto grado de probabilidad” el FSB estuvo detrás del “presunto envenenamiento” que sufrió Navalni en agosto pasado en la ciudad siberiana de Tomsk.
“En general, solo podemos lamentar que nuestros oponentes en este caso recurran a estos métodos, que tienen un efecto absolutamente destructivo para las relaciones bilaterales”, subrayó.
MOSCÚ ASEGURA QUE LAS RESTRICCIONES NO LE AFECTAN
Las nuevas restricciones no afectan a la deuda soberana ni a grandes empresas de Rusia, por lo que en la práctica no tienen ningún impacto directo en la economía del país, según las autoridades rusas.
“Las primeras valoraciones (…) indican que ninguna de las medidas declaradas por la parte estadounidense constituyen una nueva amenaza para nuestro desarrollo económico”, declaró el presidente del Comité de Asuntos Internacionales del Senado ruso, Konstantín Kosachov, citado por la agencia Interfax.
El senador agregó que las sanciones de EEUU, que entre otras cosas prohíben la venta de armas y pertrechos a Rusia, y la financiación de cualquier programa militar extranjero con participación rusa, no influirán mayormente en la industria de defensa del país.
“Puntuales o no, nosotros consideramos absurdas estas decisiones que no tienen fundamento alguno”, insistió el portavoz del Kremlin, que añadió- “Y lo importante es que no tienen ni sentido ni efecto. Por lo que solo podemos expresar perplejidad».
En este sentido, destacó que las sanciones a altos funcionarios rusos no suponen para ellos ningún inconveniente, pues -explicó- ya están sometidos a restricciones similares por la propia legislación de Rusia. “No viajan al extranjero, no tienen derecho a abrir cuentas en bancos extranjeros ni a tener propiedades fuera del país”, explicó el portavoz del Kremlin.
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Asunto Exteriores de Rusia, María Zajárova, dijo que las nuevas restricciones de Estados Unidos y los Veintisiete forman parte de una campaña contra Rusia con la que persiguen, entre otros objetivos, distraer la atención de sus propios problemas internos.
“Y sus problemas internos son colosales”, esgrimió la diplomática en declaraciones a la radio Vesti-FM.
RUSIA Y OCCIDENTE, EN UN CALLEJÓN SIN SALIDA
Según la politóloga rusa Lilia Shevtsova, las relaciones entre Rusia y Occidente se encuentran en un “evidente callejón sin salida».
“Occidente no puede permanecer impasible ante el atropello por el Kremlin de los principios jurídicos y humanitarios, y el Kremlin no puede recular, haciendo inevitable la respuesta occidental”, escribió en su blog Shevtsova.
En su opinión, Occidente no puede apostar por políticas incompatibles como la contención y el aislamiento de Rusia, y, al mismo tiempo, abogar por el diálogo, lo que finalmente se traduce en sanciones que no tienen casi efecto.
“Las sanciones han hecho al Kremlin más cauteloso, pero no han cambiado la política de Rusia hacia Ucrania, la primera causa de su imposición”, señaló la politóloga, que añadió que tampoco han obligado a Moscú a renunciar a su juego geopolítico ni han divido a la élite rusa, ni han impedido la represión de los opositores