Moscú.- El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, dio ayer por muerto el acuerdo para la exportación de cereal ucraniano por el Mar Negro, al afirmar que esta iniciativa, conformada por dos paquetes, uno ucraniano, y otro ruso, no puede ser mejorada ya que “no existe”.
“No sé cómo se puede mejorar algo que no existe”, declaró al comentar el futuro del acuerdo durante una rueda de prensa al término de la sexta ronda del diálogo estratégico entre Rusia y el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (CCEAG). Lavrov recalcó que “la parte rusa de este paquete, ninguno de sus puntos jamás se cumplió”.
“Desde hace tiempo, muchos meses, escuchamos de los representantes de la Secretaría de la ONU, del secretario general (Antonio Guterres), de quienes se les encargó ocuparse de esto, que hacen esfuerzos desmedidos (…) que no han conducido a ningún resultado”, aseveró ante los representantes de la organización árabe. Sin embargo, señaló que pese al fracaso de esta iniciativa, Rusia está dispuesta a “satisfacer todas las necesidades, incluyendo las adicionales, de nuestros socios árabes”.
“No hay ningún obstáculo para ello. Y no se exige ninguna condición que dependan de quienes no están en condiciones de cumplir con sus compromisos”, añadió, en clara alusión a los representantes de Naciones Unidas.
El portavoz del Kremlin señaló ayer que de momento “no ha cambiado nada respecto al acuerdo, por lo que no podemos decir nada nuevo”, al recalcar que “la situación de facto es bien conocida”. Aunque no ha sido tajante al respecto, Rusia ha dado reiteradas señales de que no piensa prorrogar el acuerdo del grano, que expira el 17 de julio, ya que por un lado este se ha convertido en un pacto comercial y no humanitario y por otro el memorando ruso sigue sin cumplirse.
Las exigencias de Rusia para mantener la iniciativa son la reconexión de Rosseljozbank al SWIFT, el levantamiento de sanciones a repuestos para la maquinaria agrícola, el desbloqueo de la logística y seguros de transporte, el descongelamiento de activos y la reanudación de la tubería de amoníaco Togliatti-Odesa, que explotó el 5 de junio.
Putin y Wagner
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, se reunió el pasado 29 de junio con el líder del grupo de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, después de su fallida rebelión, informó ayer el Kremlin. El encuentro, al que asistieron también todos los comandantes de la compañía de mercenarios, se prolongó durante tres horas, dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa diaria.
“El encuentro tuvo lugar en el Kremlin y se alargó por casi tres horas”, señaló Peskov, quien agregó que la cita contó con 35 participantes.
Durante la misma, Putin “dio su valoración de la actuación de la compañía (Wagner) en el frente en el marco de la operación militar especial y también de los acontecimientos del 24 de junio”, en alusión al motín liderado por Prigozhin, quien lo abortó cuando sus soldados estaban a unos 200 kilómetros de Moscú.
Putin escuchó “las explicaciones de los comandantes” y les ofreció opciones de empleo después de la rebelión, según el Kremlin.
“Los propios comandantes expusieron su versión de lo sucedido y destacaron que eran acérrimos partidarios y soldados del jefe de Estado y del comandante en jefe”, agregó Peskov. Los dirigentes de Wagner “también dijeron que estaban dispuestos a seguir luchando por la patria».
Otros mercenarios
Ucrania contrató desde el comienzo de la guerra a cerca de 12.000 mercenarios de 84 países, informó ayer el Ministerio de Defensa ruso.
“En total desde el 24 de febrero de 2022 para participar en las acciones bélicas del lado del Ejercito ucraniano, al país llegaron oficialmente 11.675 mercenarios de 84 países”, indicó Defensa en su canal de Telegram.
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Rusia ha dado reiteradas señales de que no piensa prorrogar el acuerdo del cereal, que expira el 17 de julio.
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A Ucrania llegaron oficialmente 11.675 mercenarios de 84 países para participar en las acciones bélicas.