Rumores

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Igual a como inventan tremebundeces y mil cuentos porque creen que la política debe ejercerse aterrorizando en vez de persuadiendo, cierta clase de cacoerrola –de los que proliferan en las redes sociales— disfrutan en estos días una de las cosas más peligrosas de que pueden disponer: ocio y un público temeroso.

Poner a correr rumores es una técnica harto estudiada por cientistas sociales, que saben cómo demagogos y pseudo-líderes usan el miedo para mover a las masas. Lo que no consiguen con votos en las urnas pretenden conseguirlo con enfebrecidos sueños de desobediencia civil y desórdenes.

La pandemia del coronavirus se presta a esos turbios y desquiciados manejos. Por eso me alegró que el Gobierno disponga someter judicialmente a propaladores de falsas noticias, que difunden para causar pánico y estragar psicológicamente a la población.

Los ciudadanos hacen bien tomando nota de quienes, en medio de esta tremenda crisis, siguen su habitual rutina: baboseo y “declaracionismo”, como si sólo hablando disparates ayudaran a solucionar algo o conseguir respaldo político. ¡Se lo cobrarán!



José Báez Guerrero

Abogado, periodista y escritor dominicano.

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