Rugiendo o huyendo

Rugiendo o huyendo

Rugiendo o huyendo

En órdenes militares y religiosas (que son casi lo mismo) la obediencia es fundamental. Sin ella, desaparece la disciplina indispensable para funcionar eficazmente.

Por eso es tan particular que en la Pía Sociedad de San Francisco de Sales, fundada en Torino por san Juan Bosco en 1859 y conocida como Congregación Salesiana, un sacerdote arme un barullo rehusando un traslado ordinario del Cibao a Antioquía, Colombia, en violento desacato a sus superiores.

El padre Rogelio Cruz, notorio por su narcisista activismo político, alega preferir su expulsión de los salesianos o la Iglesia antes que obedecer a sus mayores.

Y en típica malacrianza de sindicalista malo, cree que su preferencia particular es más importante que las decisiones de su orden, la segunda más numerosa del catolicismo tras los jesuitas.

¿Cree este Rogelio que ofrece a los jóvenes, feligreses a quienes los salesianos dedican su obra, un buen ejemplo con su rebeldía inmotivada? ¿Aprobaría don Bosco este injustificado desafío?

Tanto vedetismo improductivo seguramente es nocivo. Nadie aprende a mandar si no sabe obedecer.



José Báez Guerrero

Abogado, periodista y escritor dominicano.

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