Bloomberg News.-Un grupo de conocidos abogados presentó ayer una solicitud de juicio político a la presidenta brasileña Dilma Rousseff, lo que acerca una decisión sobre su supervivencia política luego de meses de incertidumbre que han paralizado el Congreso, afectado a los mercados financieros y profundizado un debilitamiento económico.
El presidente de la cámara baja, Eduardo Cunha, un abierto crítico de Rousseff al que también se acusa de corrupción, aseguró que habrá imparcialidad en lo que respecta a decidir si aceptar la presentación en que se acusa a la presidenta de manipular las cuentas presupuestarias en 2014 y este año. Aceptar la petición podría llevar días o semanas y desencadenaría un prolongado proceso legal que podría terminar con la destitución de la mandataria.
Por segunda vez en 30 años de democracia en Brasil, el país se encuentra imbuido de un verdadero frenesí de juicio presidencial que ha exacerbado los problemas económicos.
La última petición pondrá a prueba la firmeza de Cunha y la oposición en lo relativo a tratar de destituir a la presidenta menos popular de la historia moderna de Brasil.
Si bien el resultado del intento de juicio político dista de ser claro, economistas e inversores coinciden en que es necesario resolver la parálisis política, y pronto.
Si no hay estabilidad en la capital, dicen, al mayor país de América Latina le costará resolver su creciente déficit presupuestario, volver a atraer inversores y recuperarse de la que se estima es la recesión más prolongada desde la Gran Depresión.
Resolución rápida
“Una resolución rápida sería buena, sea cual sea la decisión, pero la verdad es que depende de qué tipo de realidad política emerge al final del proceso”, dijo Alberto Ramos, economista jefe para América Latina de Goldman Sachs Group Inc. “Nadie puede saber qué va a pasar luego. Sólo sabemos qué preguntas hacer, pero no conocemos las respuestas”.
Durante el creciente escándalo, Rousseff ha asegurado que no ha hecho nada incorrecto y se negó a hacer declaraciones para este artículo.
“La oposición no obstaculizará la acción del gobierno”, declaró a periodistas en Helsinki el martes, “por más pedidos de juicio político que haga”.
Si bien se han presentado por lo menos dos docenas de solicitudes de juicio político, esta es diferente debido a quien la presenta: el abogado Helio Bicudo, un importante ex miembro del Partido de los Trabajadores de Rousseff, y el ex ministro de Justicia Miguel Reale hijo.
El principal partido opositor del país respalda el pedido.
Una solicitud anterior de Bicudo y Reale se había concentrado sólo en una presunta manipulación del presupuesto el año pasado, y mantenía en la incertidumbre si podía responsabilizarse a una presidenta en ejercicio de actos correspondientes a un período anterior.
“La corrupción continúa en el gobierno de Dilma”, dijo Carlos Sampaio, líder en la cámara baja del PSDB, el mayor partido opositor. “Cunha tiene todos los elementos para aceptar el juicio político”.