Romper con toda tradición

Romper con toda tradición

Romper con toda tradición

El padre Rogelio Cruz renunció a la fundación que fundó en el 2005 a solicitud de sus superiores en la orden Salesiana.

Los católicos tradicionales suspiran por el Vaticano I y abominan, no quieren saber, del Vaticano II, pues más que una religión que les plantee problemas, conflictos e interrogantes, prefieren una religión hecha de mitos, de usos, de costumbres y venerables tradiciones.

Para hombres y mujeres así el Jesús válido es el que más se parece a Moisés y a los suyos: “aquellos mortales que comían el maná en el desierto y que vivían a expensas de la Providencia”.

Lo que les interesa es un Jesús que les resuelva los problemas, un Jesús milagrero, no el Jesús de la liberación y del compromiso a favor de los más desposeídos de la sociedad, un Jesús que nos pide que nos desinstalemos y que echemos la barca para lo más profundo del océano.

Son los salvajes de siempre que nunca faltan en la Iglesia Misericordiosa del Señor Jesús. Han hecho de su religión un culto misterioso, desencarnado de la realidad y ocupan sus ocios espirituales en rezar rosarios, en montar carrozas, en un culto que no tiene nada que ver con la realidad.

Cristianos y cristianas así no buscan a Dios, sino que buscan sus milagros, no quieren el Pan de Vida, sino el pan para una vida más fácil.

En vez de buscar a Dios en la clara acción y el compromiso, quieren que Dios les busque a ellos en el desierto de su pasividad y que él envíe desde el cielo el pan y todo aquello que le están pidiendo.



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