La estrella de la telerrealidad Kim Kardashian mostró su solidaridad con el camionero Rogel Aguilera-Mederos
Rogel Aguilera- Mederos, un joven cubano de 26 años, fue condenado a 110 años de prisión por un accidente de tránsito ocurrido en 2019 en el que mató a cuatro personas tras chocar el camión que conducía cargado de madera contra una fila de autos, provocando un incendio.
Su condena -calificada por muchos de «desmedida»- ha puesto la mira sobre el sistema legal del estado de Colorado, en EE.UU.
Según los investigadores del departamento de policía de Lakewood, Aguilera-Mederos no estaba bajo los efectos de las drogas ni el alcohol en el momento del accidente y tampoco tenía antecedentes penales.
La defensa alegó que le fallaron los frenos al camión, aunque la fiscalía lo acusó de no haber usado las rampas de emergencia que hubieran podido evitar la tragedia.
Como consecuencia del accidente, perdieron la vida Miguel Ángel Lamas Arellano, de 24 años; William Baily, de 67; Doyle Harrison, de 61 y de Stanley Politano, de 69, mientras otro grupo de personas resultaron heridas.
La pena contra Aguilera-Madero, mayor que para muchos convictos en otros lugares de EE.UU. que han cometido crímenes considerados más graves por la justicia, ha despertado la solidaridad de millones de personas y han llevado incluso a la fiscalía a pedir una revisión de la misma.
El pasado viernes, la fiscal del primer distrito judicial de Colorado, Alexis King, presentó una moción para que el tribunal programe una nueva audiencia para reconsiderar la sentencia.
«Como la ley de Colorado requirió la imposición de la sentencia en este caso, la ley también permite que la Corte reconsidere su sentencia en un caso excepcional que involucre circunstancias inusuales y atenuantes», escribió la fiscal.
Una petición de clemencia para el joven en la plataforma Change.org había recibido más de 4.600.000 firmas hasta este miércoles, lo que la convierte en una de las tres solicitudes más firmadas en 2021 y la que más rápido ha crecido, según datos de la compañía.
Al menos dos manifestaciones han tenido lugar esta semana frente al Congreso de Colorado y varios camioneros han anunciado en redes sociales que no usarían las autopistas del Estado en solidaridad con Aguilera-Medero.
El caso ha ganado notable visibilidad no solo por la atención mediática y las protestas, sino también porque algunas celebridades se han manifestado sobre él.
El martes la estrella de la telerrealidad Kim Kardashian publicó en sus redes un mensaje de solidaridad con Aguilera-Medero, uniendo su voz a la de numerosos juristas y activistas que han condenado las llamadas sentencias de mínimos obligatorios,que permitieron que una condena de 110 años para Aguilera-Mederos.
«Los mínimos obligatorios eliminan la discreción judicial y deben ser eliminados», escribió. «Las leyes de Colorado realmente tienen que ser cambiadas».
Kardashian recordó como el propio juez del caso reconoció que no hubiera querido sentenciar al joven a una pena tan larga, pero que las leyes del estado no le permitían reducirla a su discreción.
«Lo que sí diré es que si tuviera la discreción, ésta no sería mi sentencia», dijo el juez A. Bruce Jones.
Pero ¿cómo se explica esta larga sentencia y cómo es posible que un juez no tenga discreción para administrar justicia en algunos lugares de EE.UU.?
¿Qué son los mínimos obligatorios?
Según explica la ONG Families Against Mandatory Minimuns, este tipo de sentencias son generalmente establecidas por el Congreso de EE.UU. o por las legislaturas estatales e indican que un tribunal debe imponer una pena mínima a una persona condenada, sin importar cuáles sean las circunstancias únicas del delincuente o el delito.
El Centro Brennan para la Justicia de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York señala que el objetivo de estas leyes cuando se desarrollaron era promover la uniformidad: no importa cuán estricto o indulgente sean los jueces, será la ley y solo la ley quien determine la sentencia que recibe un condenado.
«Los estados siguieron, y pronto los mínimos obligatorios se convirtieron en una respuesta estándar a las epidemias de drogas y de delincuencia. Lo que comenzó como un intento bien intencionado de imponer uniformidad se volvió demasiado restrictivo, creando nuevas disparidades e injusticias en el proceso», indica.
Este tipo de leyes comenzaron a utilizarse en algunos estados desde la década de 1950, aunque su uso se hizo más frecuente a partir de 1984, cuando se aprobó la Ley de Reforma de Sentencias.
Sin embargo, numerosos organizaciones de derechos civiles y legales han cuestionado su efectividad a través de los años.
«Lamentablemente, la adopción de mínimos obligatorios no ha dado lugar a un sistema más justo. De hecho, ha tenido el efecto contrario. Al atar las manos de los jueces, los mínimos obligatorios efectivamente les quitaron el poder a los jueces y se lo dieron a los fiscales, quienes pueden amenazar con acusar a los acusados de delitos que ‘desencadenarían’ un mínimo obligatorio», señala el Centro Brennan.
En gran parte de los estados, este tipo de condenas están asociadas a delitos vinculados a las drogas, pero en otros, como Colorado, las leyes son más estrictas y se aplican a otros cargos.
En Colorado, además, las leyes exigen que la condena mínima para algunos delitos sea de un mínimo de 10 años y establecen que las penas se cumplan de manera consecutiva en vez de simultánea.
En el caso de Aguilera-Mederos, el jurado encontró al joven culpable en seis cargos de asalto en primer grado con «indiferencia extrema»; 10 cargos de intento de cometer asalto de primer grado con «indiferencia extrema»; dos cargos de asalto vehicular; un cargo de conducción imprudente; y cuatro cargos de conducción imprudente causando muerte.
Esto hizo que la sentencia mínima obligatoria alcanzara los 110 años y que el juez no tuviera discrecionalidad para reducirla teniendo en cuenta los posibles atenuantes del caso.
¿Cuál es la situación actual del caso?
Tras la solicitud del viernes, la fiscalía volvió a presentar otra moción el martes para pedir que se acelerara el proceso para una nueva audiencia.
La fiscal pidió que «ahora que el acusado ha sido sentenciado, nuevamenteel Tribunal programe una audiencia tan pronto como sea posible después de recibir el documento».
De acuerdo con medios locales, se podría programar una nueva audiencia tan pronto como este viernes o el próximo lunes, aunque podría haber una demora por las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
La fiscalía indicó, además, que tienen la intención de presentar información adicional antes de la audiencia.
Este miércoles, la oficina del Gobernador de Colorado confirmó a BBC Mundo que habían recibido una solicitud de clemencia por parte de la defensa de Aguilera-Mederos y que estaba siendo estudiada.
«Recibimos la solicitud de Rogel Aguilera-Mederos y nuestro equipo legal la está revisando actualmente. Una vez que tomemos una decisión, haremos un anuncio», dijo Conor Cahill, secretario de prensa del Gobierno.
La semana pasada, el diario Denver Post dedicó un editorial al caso y consideró que la sentencia era «demasiado severa».
«Estamos perdiendo la fe en el sistema judicial de Estados Unidos y la clemencia es una forma de garantizar que la balanza de la justicia permanezca equilibrada», dijo.
¿Cómo fue el accidente?
El 25 de abril de 2019, Aguilera-Mederos perdió el control del camión de carga que conducía por la interestatal 70, cerca de un centro comercial en el oeste de Denver.
Según confirmaron los investigadores del caso, los frenos del camión empezaron a recalentarse en un descenso empinado y Aguilera-Mederos continuó su trayecto a pesar de ver que salía humo de los mismos.
Cuando los frenos del camión fallaron del todo, Aguilera-Mederos no utilizó la rampa de emergencia que hubiera podido detener el vehículo, y de paso evitar la tragedia, sino que estrelló el camión contra varios vehículos que se encontraban detenidos en la interestatal debido a un accidente anterior en el área.
Según la declaración juramentada de Aguilera-Mederos, el joven «pensó que iba a morir así que cerró sus ojos antes de chocar con el tráfico estacionado».
Los fiscales del caso argumentaron que Aguilera-Mederos había tenido varias oportunidades para evitar la tragedia y que habían sido sus malas decisiones las que habían causado el siniestro.
Tras conocer la sentencia, el joven conductor del camión lloró y pidió perdón a los familiares de las víctimas.
«No soy un criminal. No soy un asesino. Cuando veo los cargos en mi contra, estamos hablando de un asesino y ese no soy yo. Nunca he pensado en hacerle daño a alguien en la vida», dijo.
«Perdí mis frenos. Los camioneros saben que es un momento difícil, no puedes hacer nada. No puedes hacer nada», agregó.
Algunos de los familiares de las víctimas han expresado solidaridad hacia el joven, pero otros han considerado que la sentencia fue justa.
Duane Bailey, el hermano de una de los fallecidos le dijo al diario The Denver Post que el camionero : «tomó la decisión deliberada e intencional de que su vida era más importante que la de todos los demás que estaban en la carretera ese día».
Durante la audiencia de condena, el juez A. Bruce Jones dijo que «aceptaba y respetaba» lo dicho por el acusado sobre su falta de intención de matar a las víctimas del accidente, pero consideró que el joven «tomó una serie de decisiones terribles e imprudentes».