Robinson Canó está en una posición muy difícil en los Mets

Robinson Canó está en una posición muy difícil en los Mets

Robinson Canó está en una posición muy difícil en los Mets

Juan Mercado

El panorama que encontró y que le tocará vivir al dominicano Robinson Canó a su regreso a los Mets de New York no es el mejor y lo colocará en una situación muy difícil.

Canó con sus actuaciones en el terreno logró colocarse en la élite del juego; sin embargo, por las dos veces que fue suspendido por consumo de esteroides lo hizo caer bastante, incluso le hizo perder US$36 millones en salario y 242 juegos, incluyendo los 162 de la temporada pasada.

Es cierto que todavía le quedan US$48 millones y dos años de contrato, pero el ambiente que le tocará vivir en los Mets será incierto y eso podría llevarlo a tomar decisiones inesperadas. Entre las cosas que pueden cambiar para Canó es que a su regreso al equipo encontró un esquema ejecutivo totalmente diferente al que dejó en 2020.

Ahora los Mets son propiedad de Steven Cohen, quien nombró a Sandy Alderson, presidente de operaciones de béisbol. Luego a Billy Eppler como gerente general y al veterano manager Buck Showalter.

Alderson y Showalter tienen fama de no ser muy abanderados de los jugadores latinos cuando no son estelares. Incluso, ya Showalter anunció que Jeff McNeil será el segunda base regular, decisión que deja fuera a Canó de su posición habitual, siendo la primera vez en su carrera que no tendrá un rol estelar en un equipo y eso no es fácil de asimilar para ningún jugador.

En esa situación, ya que jugará la próxima temporada con 39 años, es muy poco probable que Canó juegue al nivel de superestrella que justifique la cantidad de dinero que devengará en las venideras dos campañas.

De igual modo tendrá que enfrentarse a la mayoría de los fanáticos de los Mets, quienes quizás ni acepten su regreso al equipo. Recuerden que la mayoría de la gloria alcanzada por Canó fue en Nueva York, pero en el lado del Bronx, no en Queens. También las acciones de Canó serán muy seguidas por los jerarcas de la oficina del Comisionado de las Grandes Ligas. Definitivamente, Canó no la tendrá fácil en 2022.