Una batalla legal de dos años llega a su fin.
Un jurado de Nueva York decidió este jueves que la empresa productora del actor Robert De Niro deberá pagar US$1,2 millones a su exasistente Graham Chase Robinson, luego de perder una demanda por abuso laboral y discriminación de género.
Robinson demandó al intérprete por US$12 millones luego de renunciar como empleada de Canal Productions. Tras su dimisión, acusó a De Niro de pagarle mal y tratarle como una “esposa de oficina”.
En el juicio, sin embargo, el jurado no encontró al actor culpable de forma personal, sino a su compañía.
La mujer estuvo en la nómina de De Niro durante 11 años. Fue contratada en 2008 y luego ascendió a ser la vicepresidenta de producción y finanzas.
No obstante, luego de renunciar en 2019, presentó una demanda por «angustia emocional y daño a la reputación».
En el recurso legal alegó que De Niro a menudo hacía «comentarios vulgares, inapropiados y de género» y le asignaba tareas «estereotípicamente femeninas».
Por su parte, De Niro negó las acusaciones. Indicó que nunca fue abusivo y, aunque admitió que tenía mal carácter en ocasiones, aseguró que las declaraciones de Robinson no eran reales.
Al tiempo, la productora Canal contrademandó a Robinson por US$6 millones. Le acusó de malversación de fondos, robo de propiedad y de haberse transferido más de US$450.000 en millas aéreas a su cuenta personal.
Pero, después de ocho días de testimonio y cinco horas de deliberación, el jurado no encontró a la exasistente responsable de ninguno de los señalamientos.
Las reacciones
Cuando se leyó la sentencia, el actor no estaba en el tribunal. Pero a Robinson se le vio sonriente, abrazando a sus abogados cuando el jurado dejó la sala, de acuerdo con la agencia Associated Press.
«La señora Robinson no sólo ganó su caso contra Canal, sino que el jurado la reivindicó completamente al encontrar que las afirmaciones de De Niro contra ella carecían de mérito», dijo David Sanford, abogado de Robinson en una declaración.
Cuando le tocó estar en el estrado, De Niro admitió que ocasionalmente la había reprendido y alzado la voz en su presencia, pero dijo que «nunca fue abusivo, nunca».
Pero en un arrebato dramático durante el juicio, el intérprete miró a Robinson en plena corte y le gritó «qué vergüenza”.
Durante el proceso legal, De Niro admitió además que, al menos en dos ocasiones, había pedido a Robinson que le rascara la espalda.
También comentó que ella había solicitado en varias ocasiones mayores beneficios laborales para quedarse en el trabajo, por lo que él le aumentó su salario y le cambió su posición pese que sus responsabilidades eran en gran medida las mismas.
En su turno en el estrado, Robinson dijo que De Niro exigía que estuviera disponible por teléfono a todas horas, incluso en días festivos, y que le gritaba.
Afirmó que renunció después de una «crisis emocional y mental» que la hizo tocar «fondo», y que ha sufrido ansiedad y depresión.
«No tengo una vida social», dijo. «Perdí mi vida. Perdí mi carrera. Perdí mi independencia financiera. Lo perdí todo», dijo.