Rita Indiana: En América Latina hay mucho que hacer por la mujer

Rita Indiana: En América Latina hay mucho que hacer por la mujer

Rita Indiana: En América Latina hay mucho que hacer por la mujer

Rita Indiana

Madrid.– La escritora dominicana Rita Indiana es consciente de que en América “hay mucho, mucho, trabajo por hacer» en el ámbito de la mujer.

Hay que empezar por asumir, señala a Efeminista, que “el patriarcado nos afecta a todos, no solo a los que nacemos con sexo femenino».

“Es una estructura de represión que lo que hace es constreñir nuestra esencia y nuestra libertad como seres humanos”, afirma la escritora en una entrevista en el marco de la Feria del Libro de Madrid, que tiene a la República Dominicana como invitado.

Indiana, que vive en Puerto Rico, habla sobre todo de su país de origen.

“Santo Domingo es un país muy conservador. Creo que no sé si puede decir que es el país más machista del Caribe, pero es un país sumamente machista en el que, a pesar de eso, hay un movimiento feminista fortísimo desde los 60 y 70″.

“Gente como Magaly Pineda, que murió hace dos años, líder de verdad, y alguien máximo del feminismo dominicano a quien admiro muchísimo, mujeres que a pesar de la dictadura y represión de todo tipo se han mantenido trabajando a favor de nuestros derechos. Pero hay mucho, mucho, trabajo por hacer. En América Latina hay muchas diferencias con Europa”, asegura.

Escritora transgresora, cantante y compositora, y una de las figuras más influyentes de la escena caribeña, sobrevuela en su último libro, “Hecho en Saturno”, el cuadro de Goya, “Saturno devorando a su hijo”, como metáfora cruel de esos padres que hicieron la Revolución y de las consecuencias en sus hijos.

Un relato muy plástico y visual también sobre el mundo del arte, situado en Cuba.

Pregunta.- ¿Qué significa para su país estar presente en la Feria del Libro?

Respuesta.- Me parece una maravilla, sobre todo, porque yo digo que hemos estado como ente cultural latinoamericano dentro de una especie de muralla de plátano, que no sale mucho, y más en la cuestión literaria, que es tan limitada, porque no somos un país con muchas editoriales, ni con muchos escritores tampoco.

Aunque tenemos muy buenos escritores. Son oportunidades editoriales, que es lo que necesita cualquier escritor y la buena literatura. Para cualquier escritor venir a Madrid a este contexto, es un regalo.

P.- ¿Qué le parece el empuje del feminismo?, ¿Qué le parece esta revolución?

R.- Es maravilloso, porque, además, formo parte de ella. Se está dando a todos los niveles, y yo creo que hablando de las escritora, mientras más estemos en posiciones de poder, más adelante vamos (…) Yo creo que la cuestión del aporte individual es súper importante, el colectivo es importante, pero también esa cosa de autodeterminarse y decir tengo que echar para adelante, como mujer y como ser humano y llegar a donde no llegó mi mamá, mi tatarabuela.

P.- En su libro, “Hecho en Saturno”, habla de los niños marcados por la pasión ideológica de sus padres, que es un poco el eje vertebral del texto, donde hay revolucionarios, arte o la relación entre padres e hijos. ¿Es así?

R.- Yo vengo de una familia, un poco, no diré de extrema derecha, pero bastante conservadora por ambas partes. Y cuando estaba en la escuela, en mi adolescencia, empecé a tener amigos con nombres raros, y empecé a investigar- ‘oye, por qué tu te llamas Troy’, y a otro Fabriccio, o Lenin, y todos empezaron a contarme una historia que yo no conocía de mi país, porque no está en los libros de historia.

Son los 12 años de (Joaquín) Balaguer, que es la dictadura desconocida de República Dominicana. Y entonces a partir de esos nombres empiezo a entender esa parte de la historia de los 70 en la República Dominicana y a interesarme por ella, por la clandestinidad, por el movimiento revolucionario internacional que había en aquellos años. Y de ahí nace un poco ‘Hecho en Saturno’.

P.- ¿Aquí el Saturno de Goya también es el padre que devora a sus hijos?

R.- Sí, es un poco lo que decía, esa cosa mítica que para mí tiene esa época, siempre mágica. Mis amigos, en su mayoría, son de 60 y pico de años. Me interesa mucho la experiencia que tuvieron en esa época, en ambos lados. Pero, sobre todo, los que participaron de movimientos clandestinos, de guerrilla urbana.

P.- Algunas vez ha dicho que Rafael Leónidas Trujillo (el dictador dominicano que gobernó entre 1930 y 1961) creó todo un género literario.

R.- Si, por eso empieza el interés mío de escribir de lo que pasó después de Trujillo. Lo que comentaba, la dictadura desconocida, porque no la conoce mucha gente fuera de República Dominicana, que son los 12 años de Balaguer (1966-1978), que era el que le escribía los discursos a Trujillo.

Esa pequeña figura maquiavélica que termina heredando el país. Durante sus primeros doce años hubo una represión terrible y asesinato de cientos y cientos de personas, de estudiantes, periodistas, de gente que andaba con un libro en la mano. Una represión hacia la intelectualidad y hacia un pensamiento que era el que iba a heredar el país.



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