Miles de dominicanos viven en viviendas vulnerables a los fenómenos naturales. El presupuesto destinado a viviendas para el año 2017 de apenas 0.03% del PIB.
Santo Domingo.-Decenas de familias del sector Los Guandules, que viven a orillas del río Ozama, se vieron en la obligación de abandonar sus casas debido a la crecida de este provocada por las intensas lluvias caídas en el país en los últimos días.
Algunos de los moradores que ya habían salido hacia su centro de trabajo tuvieron que devolverse hacia sus casas porque los vecinos les avisaron que las aguas habían penetrado varias viviendas.
Tal fue el caso de Luisa Madera, que cuando iba de camino a su área de labores se devolvió, ya que su casita estaba llena de agua.
Con una nieta en brazos, narra que tuvo que llamar al trabajo y explicar la situación por la que atravesaba. “Tengo temor de perder los poco que me queda. Llegué y encontré toda la ropa mojada”´, dice.
Otros que aún estaban en las viviendas optaron por sacar los pocos ajuares que podían, luego ponían cadenas con candado a las puertas de las casitas que están compuestas de paredes y techo de zinc en el referido sector.
Los lugareños se preguntaban una y otra vez cuándo llegará el desalojo, ya que ese lugar forma parte de los que serán reubicados en una zona más segura.
La crecida del río, además de traer consigo grandes cantidades de agua, también dejó ver un animal muerto que flotaba llevado por las fuertes corrientes hacia la desembocadura en el mar Caribe.
También se observó una gran cantidad de desechos sólidos, como platos desechables y botellas plásticas, los cuales estaban aglomerados entre los callejones y a lo largo de todo el río.
El agua que recorrió cada uno de esos espacios se combinaba con esos desperdicios generando ocasionalmente un olor nauseabundo.