Cuenca, Ecuador.- La ministra de Relaciones Exteriores de Ecuador, Gabriela Sommerfeld, inauguró ayer la reunión de cancilleres de la XXIX Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno, en la ciudad de Cuenca, una cita que se celebra sin la asistencia de presidentes latinoamericanos, con excepción del anfitrión, Daniel Noboa.
Sommerfeld dio la bienvenida a las delegaciones de diecinueve de los veintidós países iberoamericanos enfatizando que el trabajo de los responsables de Relaciones Exteriores “es crucial, pues deben presentar propuestas que aprobarán los gobernantes” durante su jornada de trabajo.
La cumbre de Cuenca, ciudad andina situada en el sur de Ecuador, pasará a la historia por ser la de más baja asistencia de gobernantes desde que comenzaron estas reuniones, en 1991.
Solo el presidente anfitrión, Daniel Noboa; su homólogo de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, y el rey de España, Felipe VI, figuran entre las altas autoridades participantes. También se espera la llegada del jefe del Ejecutivo de Andorra, Xavier Espot.
El mandatario de Paraguay, Santiago Peña, canceló su participación a última hora del miércoles debido al escenario político y social “inestable” en Ecuador.
Propósitos comunes
—1— Compromisos
Esta cumbre reafirmará los compromisos y soluciones innovadoras” de la comunidad iberoamericana.
—2— Defensa
También saldrán directrices para la lucha contra el crimen organizado de los países de la región.