Y entonces, ¿quién será el próximo presidente de EE.UU.?
Aunque desde hace semanas se había alertado que debido a la pandemia, esta vez los resultados demorarían más que en años anteriores, lo cierto es que muchos esperaban tener algún tipo de pistas a esta altura.
Sin embargo, no lo sabemos, porque todavía no se han contado suficientes votos para que Donald Trump o Joe Biden se proclamen vencedores.
De hecho, debido al tiempo que lleva contar la gran cantidad de votos por correo emitidos durante esta «elección pandémica», podría llevar días.
El conteo de las boletas postales toma más tiempo porque cada voto debe tener una firma que se corresponda con la firma de la tarjeta de registro del votante.
Otro aspecto que retrasa el proceso es el momento en que se empiezan a contar esos votos.
Algunos estados como Florida, por ejemplo, comenzaron a contar las boletas enviadas por correo antes del día de las elecciones, pero ese no es el caso de la mayoría de los estados, que informaron que esperarían hasta el cierre de las urnas.
Y si existen impugnaciones legales a los resultados, incluso podría tardar semanas. Así que el panorama podría complicarse.
¿Hay alguna una pista?
Para convertirse en presidente, un candidato en realidad no necesita ganar el voto popular.
En cambio, tiene que ganar la mayoría en el llamado Colegio Electoral, donde cada estado obtiene un cierto número de votos o «electores» aproximadamente en proporción a su población.
Entonces, salvo dos excepciones (Nebraska y Maine), si ganas un estado te quedas con todos sus votos.
Hay 538 de estos votos estatales en total: el candidato que obtenga 270 se convertirá en presidente.
Sin embargo, hay algunas claves:
- Donald Trump se está desempeñando mejor de lo esperado y Joe Biden no ha podido ganar los estados decisivos que cuentan los votos rápidamente, lo que significa más incertidumbre mientras esperamos algunos estados clave, como Michigan, Wisconsin y Pensilvania.
- Se proyecta que Biden y Trump ganen en los estados donde se esperaba que triunfaran con un cómodo margen.
- En algunas de esas carreras reñidas, los funcionarios recién han comenzado a contar los votos por correo y eso podría cambiarlo todo.
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Qué pasa en los estados más disputados
- Arizona: desde 1952 el estado solo ha votado por un demócrata una vez (por Bill Clinton, en 1996), pero una victoria de Biden parece posible gracias al apoyo de los jóvenes latinos progresistas que viven allí.
- Wisconsin y Pensilvania: estos estados están entre los últimos que empezaron a contar los votos por correo y eso podría llevar días.
Qué ha pasado con el Senado
El control del Senado aún pende de un hilo:
- La republicana Marjorie Taylor Greene, la primera defensora abierta de la teoría de la conspiración de QAnon, ganó un escaño en el Congreso; se mantuvo sin oposición.
- También en la carrera por ganar el control del Senado, los demócratas perdieron Alabama, su escaño más vulnerable, pero ganaron Colorado a los republicanos.
- Estados Unidos eligió por primera vez a una persona transgénero en el Senado: Sarah McBride en la legislatura estatal de Delaware.
- El senador Lindsey Graham, aliado de Trump, le ganó a su retador demócrata Jaime Harrison en Carolina del Sur, una carrera que en un momento parecía que podía perder.
¿Y ahora qué?
Puede que no tengamos un resultado final durante los próximos días.
Al parecer, este es el escenario más probable, ya que esta batalla se trasladará a los votos por correo que recién comienzan a contarse en algunos estados.
Los abogados de ambas campañas podrían involucrarse.
En la madrugada del miércoles, el presidente se declaró ganador, acusó sin base de que había fraude y aseguró que iría a la Corte Suprema para intentar detener los conteos.
No hay evidencias de fraude en las elecciones y el presidente no puede declararse ganador cuando no ha alcanzado la mayoría y cuando aún quedan millones de votos legítimos sin contar.
Si el presidente acude a la Corte, el proceso potencialmente podría llevar semanas.
Esto ha sucedido antes. En las elecciones de 2000, el candidato demócrata Al Gore afirmó que su estrecho margen de derrota en Florida ameritaba un recuento.
Se necesitaron 36 días para que el alto tribunal decidiera en contra de su reclamo y la contienda terminara a favor del republicano George W. Bush.
Una pregunta que queda es si la incertidumbre llevará a disturbios.
Definitivamente habrá incertidumbre, pero aunque muchos estadounidenses han hablado de sus preocupaciones, es demasiado pronto para decir si habrá algún malestar significativo.