A partir de la promulgación del decreto 327-13 del 29 de noviembre de 2013, se instituye el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros en la República Dominicana, con el cual el gobierno dominicano ha tomado la decisión de ser parte de la solución, de no ser propiciador del encono y la confrontación de posiciones radicalmente opuestas, porque desde las pasiones que despierta este tema no es posible producir las soluciones necesarias.
Con esta postura, se ha trabajado intensamente en la búsqueda de mecanismos para cumplir con lo dispuesto por la Constitución y la ley.
El gobierno ha actuado con celeridad y respeto en la búsqueda de soluciones, y así seguirá haciéndolo, cualesquiera que sean las opciones consideradas y las soluciones finalmente puestas en marcha, se hará desde el más estricto apego a la responsabilidad, la mesura y el respeto, tanto a nuestra institucionalidad como a nuestras obligaciones como Estado en el concierto de la comunidad internacional.
Lo que falta por hacer en lo que respecta al tema de nacionalidad, es estrictamente interno, y estamos seguros de que así seguirá siendo manejado por la gestión del presidente Danilo Medina.
Para el gobierno dominicano lo que falta por hacer en este tema contencioso constituye un desafío y es nuestra responsabilidad, pero lo superaremos. Con la voluntad firme y honesta de hacer las cosas correctas y de la manera precisa, tal como se ha conducido hasta el momento.