La Caleta, Boca Chica. – Tras más de cuatro décadas de abandono, el Parque Nacional Submarino La Caleta en el municipio de Boca Chica se relanza como un espacio de historia, naturaleza, recreación y dignidad.
El acto inaugural fue encabezado por el ministro de Turismo, David Collado, en presencia del presidente Luis Abinader, quienes entregaron la primera etapa del remozado parque, con una inversión superior a RD$420 millones.
El ministro David Collado definió la intervención como una obra social y urbanística, orientada a recuperar espacios públicos abandonados por más de 40 años y devolverlos a la gente como áreas de recreación, deporte y convivencia.
Collado destacó que el parque servirá como punto de bienvenida para miles de turistas que llegan por el AILA y como una “última parada” para quienes salen del país, ofreciéndoles una experiencia auténtica de historia y naturaleza dominicana.
Infraestructura para la gente
El proyecto incluye senderos peatonales, estacionamientos, miradores, áreas infantiles, módulos de pérgolas para vendedores, un edificio de servicios con oficinas, baños y presencia de Politur, además de iluminación, accesos universales, señalización y paisajismo diseñado para preservar las especies nativas.
La obra forma parte de una estrategia urbanística regional que el Ministerio de Turismo desarrolla en todo el litoral sureste, conectando proyectos desde el Malecón de Santo Domingo hasta San Pedro de Macorís, La Romana y otras zonas costeras.

En el marco del acto, Collado resaltó que República Dominicana atraviesa el mejor momento de su historia turística.
Solo en diciembre han llegado 360 mil turistas, un crecimiento del 11 % respecto a 2024, y se proyecta cerrar el mes con más de 900 mil turistas aéreos.
Además, recordó que el país fue líder mundial en la recuperación del turismo en 2021, tras la pandemia.
Una deuda histórica saldada
El presidente Abinader afirmó que el rescate del parque respondía a un reclamo histórico de la comunidad.
Subrayó que La Caleta posee un valor excepcional, no solo por su condición de parque nacional, sino por su riqueza precolombina, cultural y subacuática.
“El parque tiene un enorme valor histórico y también un gran potencial para el buceo, una actividad que se ha popularizado y atrae visitantes cada semana, pero que antes no contaba con espacios adecuados”, señaló el mandatario, al destacar que ahora los buzos disponen de áreas apropiadas para su preparación.
Abinader insistió en que La Caleta debe ser un espacio para el disfrute de los dominicanos y dominicanas, así como de los turistas que llegan o parten del país.
En ese contexto, solicitó formalmente estudiar el presupuesto para la construcción de un puente peatonal que conecte de manera segura a la comunidad con el parque.
Gobernanza y protección del patrimonio
El jefe de Estado hizo un llamado a establecer una gobernanza compartida entre el Ministerio de Medio Ambiente, el Ayuntamiento, las comunidades y el sector privado, para garantizar el mantenimiento y la preservación del parque.
“Esta es una inversión de más de 420 millones de pesos, dinero del pueblo dominicano, que debemos cuidar”, expresó.
También anunció avances en un plan integral de agua potable y alcantarillado sanitario, que abarca desde La Caleta y Boca Chica hasta San Pedro de Macorís, La Romana y Punta Cana, en coordinación con el BID.
Explicó que estas obras se ejecutarán antes del asfaltado, para evitar desperdicios y asegurar un desarrollo ordenado.

La intervención del Parque Submarino La Caleta abarca 119,925 metros cuadrados, incluyendo un paseo de 2.74 kilómetros dedicado a los países de América y el Caribe, con la restauración de los escudos nacionales visibles desde la salida del Aeropuerto Internacional de Las Américas (AILA).
A esto se suman plazas, senderos internos y áreas recreativas que convierten el parque en una carta de presentación para quienes llegan o salen del país.
Una joya nacional
Creado en 1986, el Parque Nacional Submarino La Caleta protege un valioso patrimonio cultural y biológico.
Alberga el Museo Etnológico y Arqueológico Taíno, descubierto en la década de los 70, y en su fondo marino descansa el naufragio de la fragata Nuestra Señora de Begoña, uno de los principales atractivos para el buceo.
Con su reapertura, La Caleta deja atrás décadas de abandono y se proyecta como un símbolo de recuperación urbana, identidad histórica y desarrollo turístico sostenible para República Dominicana.