Arce nombró nuevos comandantes del Ejército boliviano en medio de un movimiento militar que calificó de “golpe de Estado” por parte de Zúñiga.
Santo Domingo.- República Dominicana repudió este miércoles “todo hecho de violencia que busque alterar el orden constitucional” en la “hermana nación” de Bolivia.
El canciller dominicano, Roberto Álvarez, a través de su cuenta en la red social X, formuló esta condena ante “los últimos sucesos militares en Bolivia». El alto cargo dominicano dijo que el presidente de Bolivia, Luis Arce, “fue electo por el pueblo boliviano y debe servir su mandato ininterrumpidamente».
Según informaciones, un tanque tiró las puertas de la sede del Ejecutivo de Bolivia e ingresó a las 15-51 horas (19-51 GMT), luego que el comandante general del Ejército de ese país, Juan José Zúñiga, amenazara con tomar la sede del Gobierno y cambiar el gabinete.
Arce ya ha nombrado nuevos comandantes del Ejército boliviano en medio de un movimiento militar que calificó de “golpe de Estado” por parte de Zúñiga, quien hasta hoy era el comandante general.
Zuñiga, que amenazó con “cambiar el gabinete de Gobierno”, comandó un grupo de militares quienes ocuparon con vehículos militares la Plaza Murillo frente a la sede del Gobierno en el centro de la ciudad de La Paz, tirando con un tanque la puerta de la Casa Grande del Pueblo.
Arce junto a su vicepresidente David Choquehuanca se mantienen dentro de la sede del Ejecutivo y denunciaron ante la comunidad internacional “un intento de golpe de Estado».
“Aquí estamos, todo el gobierno nacional, con todos sus ministros y ministras firmes con nuestro vicepresidente, firmes aquí en casa grande para enfrentar todo intento golpista, todo intento que atente a nuestra democracia”, manifestó el mandatario boliviano.
Varios sectores sociales y sindicales en todo el país han expresado su apoyo al Gobierno de Arce mientras un grupo de militares se mantienen apostados en la Plaza Murillo. Zuñiga indicó a los medios que quiere cambiar “el gabinete de Gobierno” para establecer una “verdadera democracia” en Bolivia y que “liberará a todos los presos políticos” incluyendo a la expresidenta interina Jeanine Añez, el gobernador opositor Luis Fernando Camacho y a “todos los militares presos».