Cuando en junio del año 2020, el empresario Rafael Blanco Tejera asumió la presidencia de la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (Asonahores) esbozó las críticas circunstancias en las que se encontraba ese sector, bastión de la economía nacional.
Lo hizo de manera abierta y, para algunos hasta descarnada, porque no solo dibujaba las precarias condiciones en las que operaba en ese momento el turismo mundial y, particularmente, el de la República Dominicana, sino que también citaba sus retos y desafíos.
“La República Dominicana debe prepararse para el futuro, creando las bases de un modelo turístico moderno con políticas y estrategias de largo plazo, porque es el momento de hacer las cosas mejor que nunca”, precisó.
Más adelante, el dirigente empresarial resalta los avances que se iban obteniendo en el camino del fortalecimiento de la industria turística y los atribuyó a tres indiscutibles factores de políticas públicas, apoyadas por el sector privado.
Citó el adecuado manejo de la pandemia por parte del gobierno, la creación del gabinete de salud y el proceso de vacunación que implementaron las autoridades desde que el COVID-19 comenzó a expandirse en el año 2020.
A nadie en este país, punto estratégico del Caribe en muchos ámbitos, le cabe dudas de los esfuerzos realizados por las autoridades gubernamentales, encabezados por el propio presidente de la República en pro de la recuperación del Turismo.
Hoy, la administración del presidente Luis Abinader exhibe en pasarelas nacionales e internacionales, con gran y justificado orgullo, los logros obtenidos en materia turística, que colocan al país entre los de mejor respuesta en la recuperación de ese sector económico.
El más reciente informe sobre la Economía Nacional divulgado por el Banco Central establece que en el primer semestre del presente año los ingresos de turismo registraron US$4,121.5 millones, un incremento interanual de 92.5 %.
Ese aumento, indica el documento, constituye un claro indicador de la recuperación que experimenta el sector, con lo que la proyección es alcanzar los US$8,400 millones este año. Una cifra muy envidiable.
El mismo informe indica que la actividad hoteles, bares y restaurantes mostró un incremento en su valor agregado de 34.3 % en el período enero-junio 2022.
Por supuesto, que esos indicadores están vinculados al aumento en el flujo de turistas desde distintas partes del mundo hacia la República Dominicana que, por más que algunos se empeñen en destruirla, sigue “teniéndolo todo”.
Tres millones 547 mil 143 viajeros arribaron a esta tierra en enero-junio del presente año, para un aumento de 1,649,500 pasajeros, equivalente a un 86.9%, respecto al pasado año 2021.
Y la Organización Mundial de Turismo (OMT) se ha “desvivido” en valorados elogios a la gestión criolla para recuperar el turismo.
Entonces, es muy lógico y fundamentado el clamor del pasado presidente de Asonahores, Rafael Blanco Canto , sucedido en el cargo por su hijo, Rafael Blanco Tejera, para que ese sector tan importante y vital de la economía nacional “no sea politizado”.
Mejor, asumamos el lema «Repensar el turismo», adoptado por la OMT para la celebración el 27 de septiembre, del Día Internacional de Turismo y nos concentremos en el crecimiento del sector, tanto en términos de alcance como de transcendencia. Es lo que más nos conviene a todos.
Patricia Arache
patricia.arache@gmail.com