Santo Domingo.-Ayer era día de visitas en la cárcel de La Victoria y tal vez como frecuentemente solía hacerlo, la joven María del Carmen Henríquez Boció, de 22 años de edad, fue a visitar a su pareja sentimental, José Paulino Ovidio Ficart, de 29, quien estaba recluido en ese centro penitenciario.
Sin embargo, lo que nunca imaginó la dama fue que el mismo hombre al que fue a ver, injustificadamente, le quitaría la vida.
Precisamente eso fue lo que hizo Ovidio Ficart. Le arrancó la vida estrangulándola y luego se suicidó ahorcándose.
De la dama hasta ahora se sabe poco, pero su verdugo tiene un prontuario delictivo muy oscuro.
En noviembre de 2012 el juzgado de Atención Permanente de la provincia Santo Domingo le dictó un año de prisión preventiva, ya que estaba acusado de violar sexualmente a más de quince mujeres, entre ellas una menor de 15 años.
El malhechor, que desgraciadamente antes de irse de este mundo se llevó consigo a su última víctima, supuestamente montaba las mujeres como pasajeras en un carro de los llamados “pirata”, y amenazándolas a punta de pistola las trasladaba a lugares apartados, las violaba y como si fuera poco también les robaba sus pertenencias.
Ovidio Ficart, quien hoy es el responsable de este triste final, operaba en la avenida Charles de Gaulle, en Santo Domingo Este.
Para imponerle la medida preventiva en 2012, la magistrada Berenice Altagracia Núñez acogió las pruebas que le presentó el Ministerio Público, que fueron testimonios de tres de las abusadas, un retrato hablado que lo señalaba como el agresor y análisis médicos que mostraban que las querellantes habían sido violadas.
La joven muerta visitó al victimario en el área de enfermería, informó ayer el vocero de la Policía, Jacobo Mateo Moquete.
El hecho es investigado por las autoridades penitenciarias y del Ministerio Público, quienes buscan establecer los motivos de tan lamentable crimen. Los cadáveres de los jóvenes serán sepultados en las próximas horas.