La Paz.– El ministro boliviano de Minería, César Navarro, renunció este domingo a su cargo de forma “irrevocable» después de que una turba incendiara su casa en la ciudad andina de Potosí, en medio de la crisis política posterior a las elecciones.
“He presentado mi renuncia porque creo que es un momento doloroso, entonces he presentado ya mi renuncia irrevocable al cargo de ministro de Estado”, dijo Navarro en un contacto telefónico con el canal privado PAT, siendo la primera dimisión en el Gobierno de Morales.
La ahora exautoridad lamentó la violencia “muy fuerte” latente en Potosí y denunció que su vivienda en esa ciudad, en el oeste boliviano, fue incendiada, que la turba golpeó a su sobrino y que ahora un grupo busca entrar a la casa de su madre.
“Es un hecho que no tiene explicación, cómo el discurso general de bronca, de odio está derivando en estos actos de violencia incontrolables”, cuestionó.
Navarro indicó que él y sus familiares están “muy temerosos” por la violencia en Potosí y que están haciendo “todos los esfuerzos para ponernos a buen recaudo de manera personal porque prácticamente estamos desprotegidos, estamos solos».
La ministra de Salud, Gabriela Montaño, culpó a los opositores Carlos Mesa y Luis Fernando Camacho por las acciones en contra de Navarro y sus familiares y les demandó que “paren la violencia».
César Navarro es el primer ministro de Morales que renuncia desde la crisis desatada en Bolivia tras las elecciones generales del pasado 20 de octubre.
En la víspera ya renunciaron a sus cargos un gobernador y dos alcaldes del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) y en esta jornada dimitió el senador oficialista potosino René Joaquino. Los conflictos surgieron desde que el día después de los comicios comenzaron las sospechas de manipulación de votos para favorecer la reelección de Morales para un cuarto mandato hasta 2025.
El órgano electoral dio vencedor al mandatario, pero la oposición y comités cívicos denuncian fraude a su favor, exigen su renuncia y nuevos comicios.
La Organización de Estados Americanos (OEA) recomendó este domingo celebrar “otro proceso electoral” en Bolivia al evidenciar “irregularidades” que le impidieron validar la votación del pasado 20 de octubre.
Tras ese anuncio, Morales anunció a los medios que habrá nuevos comicios y que cambiará a los miembros del Tribunal Supremo Electoral, pero los sectores movilizados en su contra insisten en que debe renunciar.
El sábado hubo fuertes disturbios en regiones como Oruro, donde fueron quemadas las viviendas de la hermana del mandatario y del gobernador de ese departamento, Víctor Hugo Vázquez.
El mismo día resultaron heridas al menos 32 personas cuando fue atacada una caravana de mineros y universitarios, que desde las regiones de Potosí y Chuquisaca se diría a La Paz para sumarse a marchas de protesta contra Morales.
Las protestas a favor y en contra del mandatario han dejado hasta el momento tres muertos y 384 heridos, según datos de la Defensoría del Pueblo de Bolivia.