No remuevan el altar para que no se caigan los santos

No remuevan el altar para que no se caigan los santos

No remuevan el altar para que no se caigan los santos

Vi en el sitio de internet http://www.youtube.com/watch?feature=player_

embedded&v=1-znqQ69KVO, las declaraciones de la joven dominicana María José, de 32 años, nacida en el Seybo, descendiente de padres haitianos; quien entre sollozos, explica como las autoridades la despojaron de su cedula de identidad, impidiéndole que pudiera inscribirse en la universidad, donde quería cursar la carrera de pedagogía y que en la actualidad le impide obtener hasta un seguro médico.

Entre lágrimas, la joven dice que desea irse de este país aunque sea en yola, que no quiere tener hijos para que no sufran al igual que ella su desgraciada existencia; que cuando muera no la entierren aquí; que deseaba haber nacido en Haití, país que nunca ha visitado, en el cual no tiene familia y cuyo idioma no conoce, con tal de no padecer la situación traumática que vive actualmente.  Expresa que prefiere que la hubieran matado físicamente y no atravesar por la indignidad y la ignominia de la muerte civil.

 

En ese estado de desesperación y angustia, la joven le pide al pueblo dominicano que la perdone, ya que su único pecado es haber nacido en esta tierra y ser hija de padres negros haitianos.

 

Conmovido por las palabras de esa joven dominicana, humillada y discriminada por el gobierno y el Estado dominicano,escribí en el sitio de YouTubedonde aparece el video, lo siguiente:

 

“No tienes que pedir perdón a nadie. Eres tan dominicana como el que más. Solo estos politiqueros, vestidos de jueces, pueden emitir un fallo violatorio de dos de losmás elementales derechos humanos, el derecho a la nacionalidad y el derecho a la identidad. Solo jueces politiqueros, vendidos a los intereses de las transnacionales imperiales y de la oligarquía dominicana, se pueden prestar para semejante barbaridad. Unos jueces que ven sin inmutarse, como el país es asaltado por las grandes potencias, especialmente por el imperio norteamericano, depredando sus recursos naturales, su economía, su cultura, desarmando sus fuerzas armadas,y no hacen nada al respecto. Pero si pueden ensañarse y matar civilmente a cientos de miles de humildes dominicanos y dominicanas por el solo hecho de ser negros y descendientes de haitianos.

“La sentencia que declara ilegales a los descendientes de haitianos es un mamotreto que indigna el alma nacional. Esos jueces deben sentirse avergonzados de la barbaridad que han cometido. Es una decisión inconstitucional, que viola el principio de la irretroactividad de las leyes, al pretender que el mamotreto de sentencia tenga validez a partir de 1929. Eso es absurdo.

“Es evidente que fue una sentencia sancochada en otro caldero fuera del Tribunal Constitucional, cuyos jueces, a excepción de dos magistradas, solo cumplieron con la orden para tomar esa decisión, de la cual se puede rastrear su procedencia, por lascaracterísticaspolíticas, racistas y xenofóbicas de la misma, propias de las elites políticas y económicas dominicanas y de los intereses imperiales, que quieren imponer en nuestro país el odio racial, tal y como lo hicieron los nazistas en la Alemania hitleriana.

“Con esa sentencia y sus implicaciones político-ideológicas se pretende reeditar la matanza de 1937, ordenada por Trujillo, donde fueron asesinados miles de haitianos y haitianas de todas las edades y sexos, incluyendo dominicanos y dominicanas de piel negra.”

El Tribunal Constitucional ordena a la Junta Central Electoral efectuar una auditoría minuciosa de los libros-registros de nacimientos del Registro Civil de la República Dominicana, desde el 21 de junio de 1929 hasta la fecha, para identificar e integrar en una lista documental y/o digital a todos los extranjeros inscritos.

La Junta Central Electoral puede iniciar su auditoria con el presidente del Tribunal Constitucional, que es un negro, paternalmente descendiente de cocolos que llegaron a Samaná «de transito», desde una de las islas inglesas del caribe.

Al ser este un país étnicamente integrado mayoritariamente por negros y mulatos. Con la cercanía geográfica de Haití, el intercambio multilateral que ha normado las relaciones entre ambos países durante tanto tiempo y con la realidad de que tres jefes de Estado dominicanos,RafaelTrujillo, Joaquín  Balaguer y Ulises Heureaux (Lilis) eran descendientes de haitianos, siendo Lilis hijo de un haitiano,  es de esperar, que de las indagatorias que realice la Junta Central Electoral, pueda ocurrir lo que dice el refrán popular dominicano, de que “el negro (o quizás el haitiano y el cocolo) lo llevamos detrás de las orejas”, y en tal caso, remover los altares a esta altura del juego, con más de ocho décadas transcurridas, es casi seguro que muchos santos caerán.

*El autor es Secretario General del Capitulo Dominicano de la Asociacion Americana de Juristas (AAJ) y la Comisión Dominicana de los Derechos Humanos (CNDH).



Johnny Guerrero

*Es abogado. Secretario General del Capitulo dominicano de la Asociación Americana de Juristas (AAJ). Miembro de: Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH); Campaña Dominicana de Solidaridad con Cuba y Foro Social Alternativo (FSA).

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