Relatos del Cónsul III

Relatos del Cónsul III

Relatos del Cónsul III

Elías Brache

Se supone que ya para una tercera entrega yo debería hablar de lo que vamos avanzando y haciendo por la comunidad, pero como la segunda entrega fue cortesía del Ómicron, pues aquí vamos con lo que debió ser tema de la segunda entrega.

Llegué a mi destino, ahora toca recibir la oficina y encontrar donde vivir, etc. En el caso del transporte tengo una ventaja pues traje mi auto de Canadá manejándolo yo mismo.

Recibir la sede, en mi caso el consulado, es siempre un sabor agridulce. Es lógico que a quien sustituyes no esté contento, pero lógicamente, existen normas de educación y protocolo que se llevan a cabo y que garantizan que todo se haga dentro de lo que el profesionalismo exige. Ojo, que no siempre es así, anécdotas las hay, pero no son para compartirlas por esta vía.

Completado el recibir la sede consular, pues a buscar casa. Chicago es una ciudad cara y además muy bien definida en términos de los lugares donde es más tranquilo vivir, así pues en medio de la pandemia hicimos una preselección de zonas, todas en downtown. ¿Por qué downtown?, porque ahí es donde está el dinamismo de la ciudad y donde se celebran la mayoría de las reuniones.

El “new kid on the block” debe estar cerca de todo, por lo menos al principio para así conocer y darse a conocer. En fin, conseguimos un apartamento, ahora a amueblarlo. ¡Que pesadilla!

He leído por redes sociales quejas de desabastecimiento en República Dominicana, por mi parte les puedo decir, que desde el colchón, la cama, el comedor, la mesa lateral de la sala hasta el sofá, no necesariamente eran los que elegiríamos, sino lo que se pudo conseguir.

Imagínense que el en el caso del colchón, el que queríamos nos llegaba en febrero, y esto fue a finales de noviembre, pero ahí vamos, IKEA no falla LOL.

Luego los imprevistos, la sede consular necesita equipos de cómputos. Una llamada a Tecnología en Cancillería y otra a quien fuera jefe de Tecnología cuando fui viceministro, Luis José Polanco, mi querido Luipo. Ambos coinciden en que debo comprar…llamo a Best Buy y Staples, de 10 opciones tienen 2 y de esas, ¡una sola en stock!

En fin, antes que me quede sin nada, las compro y envío sus seriales a Cancillería, las dono con gusto.

Recojo una laptop y la importante impresora jet multicolor llegará luego por delivery, ¡y sí llegó! (gracias a Dios). Pero el internet del consulado es muy débil (además de otros aspectos) y no funciona, así que nos ponemos en contacto con un nuevo suplidor de internet, y luego de esperar 45 días nos instalan los equipos. Lo mejor de todo es que costará unos $500 dólares menos al mes.

Y así, en medio de una pandemia, con problemas de cadena de distribución mundial, con la gasolina carísima (nunca mi auto había pasado de $100 y llego a $120 para llenar el tanque), y uno que otro chisme, comienza el trabajo encomendado. Lo haremos bien y además, lo importante, nos divertiremos haciéndolo. Se los prometo.

 

Te invitamos a leer también: Notas del cónsul I 

Diario del cónsul II



Elías Brache

Licenciado en Derecho Cum Laude (UNPHU) con estudios de Especialidad en Gobierno y Politicas Publicas (FLACSO) ha ocupado diferentes posiciones dirigenciales en su vida privada y publica incluyendo las de Vice Canciller de la Republica y Gerente del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (INDOTEL).