La Reina Isabel II es actualmente la soberana que más tiempo ha reinado en la historia británica actual, y aunque su país haya perdido, quizá, influencia en el mundo, ha gobernado en un período de creación de riqueza sin precedente.
Heredó uno de los tronos más ricos en el mundo en 1952, aunque con palacios, establos y una valiosa colección de sellos. A los 89 años, su fortuna personal aproximada, heredada en gran medida de su familia, alcanza unos US$425 millones, según un análisis del Bloomberg Billionaires Index.
Esa fortuna representa apenas 3 por ciento de la riqueza del británico más rico, Gerald Grosvenor, duque de Westminster.