Brandi Lee Weaver-Gates, de 23 años, se alzó con el título de reina de la belleza de Pensilvania y su popularidad creció considerablemente.
Pero la modelo decidió sacar provecho de su fama del peor modo, estafando a sus admiradores diciendo que tenía un tipo de leucemia crónica. Brandi cogió el dinero que sus seguidores recaudaron para costear su tratamiento médico y, simplemente, se dedicó a disfrutarlos, informó el sitio WJACTV.