SANTO DOMINGO.-La rehabilitación es un proceso cuesta arriba para el paciente con parálisis en sus extremidades producto de un accidente de tránsito, pues cual si fuera un niño en pleno aprendizaje, tiene que esforzarse hasta por encima de su capacidad y puede tardar años su recuperación.
La subencargada de terapia física de la Asociación Dominicana de Rehabilitación (ADR), Jilmary Tiburcio Peña, enfatizó que el tiempo de respuesta del paciente va a depender de la dimensión del golpe.
“Cada caso es muy particular, unos pueden recobrar su movilidad en tres meses, pero otros pueden durar hasta dos y tres años”, resaltó Tiburcio.
Por desgracia a Joan Santana le tomó dos años de su vida recuperar parte de su independencia. Este joven de 29 años, residente en Villa Consuelo, ingresó al centro de rehabilitación con apenas siete años.
Recuerda con gran pesar ese día de 1996, cuando por descuido infantil cruzó sin cuidado la carretera principal de Constanza y fue atropellado por una camioneta que cargaba vegetales.
Este error le produjo una lesión severa en la médula espinal que lo dejó parapléjico.
Después de recibir la alta médica, Santana inició las sesiones de rehabilitación, consistentes en terapia física y psicológica siete días seguidos cada mes durante el primer año.
Tipos de terapias
La especialista explicó que las terapias más usadas en estos casos son: la física, que permite al usuario desarrollar y restaurar el movimiento al máximo, así como la capacidad funcional del cuerpo.
También la ocupacional, que aborda el déficit cognitivo, sensoperceptivos y psicosociales, que afectan el desempeño productivo, de esparcimiento e independencia del individuo.
Expuso que estas se realizan en base a diferentes técnicas, a través del ejercicio terapéutico con calor, frío, electricidad, agua y masaje en el área que se encuentre amenazada por lesiones graves.
Superando límites
La recuperación del movimiento funcional es la base de esta disciplina de la salud que pretende que el paciente se reintegre a su vida normal en el menor tiempo posible.
Tiburcio añadió que las terapias combinadas ayudan a desarrollar nuevas destrezas, a pesar de las limitaciones del usuario, y se toma como referencia el potencial existente dentro de su condición.
Las terapias no le devolvieron a Joan Santana la capacidad de caminar como lo hacía antes del accidente, pero sí la independencia necesaria para superar sus límites y poder graduarse del bachillerato, obtener una beca universitaria y convertirse en un profesional de la informática.
Hoy día trabaja para una empresa distribuidora de electricidad como técnico del departamento de informática.
El apoyo familiar
Los hospitales traumatológicos del país tienen su propia área de rehabilitación, donde cientos de lesionados acuden en compañía de sus parientes, pero otros llegan solos.
El subdirector académico del Ney Arias Lora, Alfredo Polanco, dijo que la pronta recuperación del paciente va a depender ciento por ciento de la compañía y el apoyo moral y económico de la familia.
“Si el familiar no se compromete, difícilmente el afectado podrá recobrar su movilidad, ya que se hace más lento el proceso y, además, no hay capacidad para asignar un especialista por paciente”, declaró.
Keyla Suero, de 19 años, dijo que es difícil dejar a sus hijas de tres y cuatro años con su suegra para acompañar diariamente a su esposo Joel Mesa, de la misma edad, a sus terapias físicas.
Mesa perdió la movilidad de sus manos al estrellarse contra un vehículo cuando se dirigía a suplir un pedido de pollo del colmado donde trabajaba como “delivery”.
Suero tiene que colocar las manos inmóviles de su esposo en el pedal de la máquina cada vez que realiza el ciclo de ejercicios, pues aun estas no le responden, pese a llevar un mes de práctica, asistiendo 12 días seguidos por seis meses.
Lesiones más tratadas
Las lesiones cerebrales y medulares fruto de los accidentes de tránsito que generan pérdida de la movilidad en las extremidades son las más tratadas en rehabilitación.
La fisioterapeuta Tiburcio reveló que el cerebro y la médula espinal poseen una gran plasticidad que permite la posibilidad de regeneración y recuperación tras el daño de esta.
Sin embargo, en lo que esto pasa, la especialista indicó que existen repercusiones físicas que primero deben ser abordadas antes de iniciar las terapias, como las complicaciones respiratorias.
Añadió que el profesional deberá realizar una valoración objetiva inicial de las funciones motoras del paciente. Así mismo, identificar los aspectos más problemáticos y plantear el tratamiento de lugar.
Estadísticas
—1— Atendidos
La Asociación Dominicana de Rehabilitación asistió a más de 200 mil pacientes con algún tipo de discapacidad física e intelectual en el período 2014 a 2018.
—2— Accidentados
De esa cantidad 31,412 fueron personas con secuelas por accidentes de tránsito.
—3— Porcentaje
Esto representa el 12 por ciento del total atendido, para un promedio anual de 4,000 a 6,000 usuarios que reciben estos servicios en los 33 centros que posee ADR a nivel nacional.