Refrescándole la memoria a Báez Figueroa

Refrescándole la memoria a Báez Figueroa

Refrescándole la memoria a Báez Figueroa

Carlos Salcedo

Las consecuencias del fraude de Baninter aún las sufrimos. Quince años después decumplir una condena penal por violación a la Ley Monetaria y Financiera, la antigua Ley General de Bancos, abuso de confianza y lavado de activos, ahora Ramón Báez Figueroa saca la cabeza.

Recientemente depositó una denuncia ante la Procuraduría General de la República, requiriéndole una investigación por supuestas irregularidades en el proceso de liquidación de Baninter.

Dice querer limpiar su nombre, saldar su deuda y recuperar dinero en beneficio del pueblo. Eso no borra lo que hizo y por lo que fue llevado un firme proceso judicial de más de cinco años hasta que intervino una sentencia con carácter irrevocable que lo condenó a 10 años de prisión.

Lo dicho públicamente por Báez Figueroa revela su no arrepentimiento. Ahora quiere hacerse el chivo loco, el que lo olvida y borra todo. No recuerda que toda información pedida le ha sido entregada por las autoridades. No recuerda que el total de desembolsos del Banco Central para cubrir los pasivos dejados por él fue de RD$74,493,749,211.84. Tampoco que sólo se han recuperado RD$16,163,820,913.04, producto del esfuerzo responsable de las autoridades. No recuerda que el balance a la fecha de recursos públicos a recuperar por esto es de RD$58,329,928,298.80.

Es falsa entonces su afirmación de que no sabe cuánto se ha recuperado y que no se explica cómo su deuda sigue igual. Olvida que, además de ese hoyo dejado por él, fue condenado a pagar RD$44,552,706.192 al Banco Central por indemnización y RD$18,743,000.000.00 a favor del Banco Intercontinental, de cuyos valores no ha pagado un solo peso. Para un total de RD$63,296,000.000.00. Si sumamos esto al balance por pagar al Banco Central por el faltante de recuperación hacen una deuda de su parte deRD$121,626,000.000.00.

Como él quiere cuentas ahí las tiene. Si quiere limpiar su nombre, debe borrarlo de la historia y crear un sistema judicial paralelo, como fue capaz de hacerlo con su banco -Interbanco-, para engañar a las autoridades supervisoras y reguladoras.

Si desea limpiar su nombre, a Báez Figueroa le sobran capacidades, como lo hizo al disipar y lavar más de 55 mil millones de pesos. Hay que tener mucho tupé para reclamar pagos sin haber pagado nada de lo que se llevó. Seguiremos refrescando su memoria.