Blomberg.-Reformar la industria petrolera de Venezuela, el alma de la maltrecha economía del país sudamericano, llevaría al menos dos años en las mejores circunstancias.
Y con las cosas como están, puede ser virtualmente imposible.
Ese es el mensaje de analistas que dicen que la intervención del gobierno en la compañía petrolera estatal, Petróleos de Venezuela SA, ha ahuyentado a muchos de los expertos requeridos para incrementar la producción, que ha caído 16 por ciento desde que el presidente Nicolás Maduro llegó a la presidencia hace cuatro años.
Mientras que la oposición a Maduro gana nuevo impulso después de un intento fallido de destituirlo el año pasado, cualquier esperanza de revertir el declive de Venezuela como proveedor de petróleo requeriría más que sus opositores políticos se salgan con la suya.
El país tendría que liquidar deudas con los proveedores de servicios petroleros, arreglar la decadente infraestructura y, potencialmente, conseguir que compañías extranjeras operen en algunos yacimientos.
“Primero hay que estabilizar la producción, lo cual podría tomar al menos 12 meses en las mejores circunstancias”, dijo Luisa Palacios, directora general de Medley Global Advisors LLC, en una entrevista telefónica desde Nueva York. “Creo que tomará otro año antes de que la producción empiece a aumentar”.
Venezuela se enfrenta a una importante prueba esta semana, cuando la petrolera estatal, conocida como PDVSA, tiene que pagar deuda por más de US$2.000 millones. Aunque el productor de petróleo se ha comprometido a cumplir con los pagos de su deuda, y dijo que ya está transfiriendo pagos de cupón para otros bonos que vencen en 2027 y 2037, el país padece una fuerte crisis de efectivo.
PDVSA declinó hacer comentarios y el Ministerio de Petróleo no respondió de inmediato a las llamadas y un correo electrónico en busca de comentarios.
La producción de crudo, que genera alrededor del 95 por ciento de las ganancias en moneda extranjera del país, aún no se ha recuperado completamente de una huelga general en 2002 y 2003 destinada a derrocar al ex presidente Hugo Chávez.
Chávez respondió despidiendo a más de la mitad del personal de PDVSA y ordenó que dirigiera una mayor parte de sus ingresos a programas sociales.
“La gente con conocimiento sobre los yacimientos se ha ido”, dijo Michael Lynch, Presidente de Strategic Energy & Economic Research en Winchester, Massachusetts. “Si hubiera un cambio en el gobierno no se sabe cuántos ingenieros volverían. La mayoría se han asentado en otro lugar, así que probablemente no muchos regresarían”.
Si los proveedores de servicios y al menos algunos de los ex trabajadores regresaran, podrían aumentar la producción quizá en 500.000 barriles diarios en tres meses, según Lynch.
Para aumentar la producción más “tendrían que conseguir inversionistas en el sector petrolero, lo cual requeriría cambios en la ley energética y el reemplazo de algunas personas tanto en la compañía como en el ministerio.
Esto podría tomar entre tres y cinco años antes de que empezara a aumentar la producción”.exto.